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La Liga Nacional de Fútbol ha aprobado cambios radicales en sus políticas de propiedad que permitirán a la industria del capital privado invertir en equipos, abriendo la liga deportiva más lucrativa de los EE. UU. a la industria de adquisiciones por primera vez.
Los propietarios de la NFL dieron el martes luz verde a los cambios, que permitirían a los propietarios de equipos vender participaciones minoritarias a empresas de capital privado.
Ha nombrado a un puñado de gestores de inversiones, entre ellos Ares Management, Arctos Partners, Sixth Street y un consorcio formado por Blackstone, Carlyle, CVC y Dynasty Equity y Ludis, fundado y dirigido por el jugador retirado de la NFL Curtis Martin, como compradores preferidos para los propietarios que buscan vender.
La NFL permitirá a las empresas comprar una participación de hasta el 10 por ciento del capital común de equipos individuales, con exclusión de las llamadas inversiones de capital preferente que han sido típicas en otras ligas.
Cada inversor aprobado se ha comprometido a invertir al menos 2.000 millones de dólares en la liga, incluido el apalancamiento, y puede dividir esa cantidad entre varios equipos. Se espera que el compromiso total alcance los 12.000 millones de dólares. La liga ha exigido a las empresas de adquisiciones que mantengan sus participaciones en equipos individuales durante al menos seis años, y ha limitado a cada una a invertir en seis equipos.
El acuerdo allanará el camino para los propietarios de equipos que buscan sacar provecho de sus ganancias, con valores de franquicia que se disparan a miles de millones de dólares, y finalmente llevará a Wall Street a la liga deportiva más rica de Estados Unidos.
La NFL es la última gran organización deportiva estadounidense que se ha abierto a la inversión institucional. La Major League Baseball fue la primera liga estadounidense en hacerlo en 2019, seguida poco después por las grandes ligas de fútbol, baloncesto y hockey.
La lista de compradores preferentes de la NFL representa al decano del mundo de las inversiones deportivas. Ares, que gestiona más de 400.000 millones de dólares, ha invertido en el Chelsea FC de la Premier League y en el Inter de Miami de Estados Unidos.
Arctos ha comprado participaciones en los Golden State Warriors de la Asociación Nacional de Baloncesto e indirectamente en los Boston Red Sox de la MLB; Sixth Street ha invertido en los San Antonio Spurs y el Real Madrid; y Dynasty posee una participación minoritaria en el club de fútbol inglés Liverpool.
Los inversores llevan mucho tiempo deseando entrar en el fútbol estadounidense, que disfruta del paquete de derechos de retransmisión más lucrativo y caro del país. El acuerdo de 11 años por 110.000 millones de dólares y los acuerdos de reparto de ingresos, que se firmaron en 2021, han reforzado las valoraciones de los equipos de la liga.
Las franquicias también alcanzan precios cada vez más altos.
El heredero de Walmart, Rob Walton, lideró un grupo de inversores en 2022 que compró los Denver Broncos por una suma reportada de 4.600 millones de dólares, a lo que un año después le siguió la compra de los Washington Commanders por 6.000 millones de dólares por parte del cofundador de Apollo Global Management, Josh Harris.
Ahora que las franquicias de la NFL cambian de manos por miles de millones de dólares, a los multimillonarios les resulta más difícil reunir el dinero necesario para cubrir el precio en su totalidad. Al relajar sus normas de propiedad, la NFL facilitará a las franquicias la obtención de capital y a los propietarios existentes la venta de sus participaciones o la salida de la empresa.
“Tienen que institucionalizarse y aumentar el valor de las franquicias”, dijo un inversor de capital privado. “Josh compró Commanders por 6.000 millones de dólares y, si quiere venderlo por entre 10.000 y 12.000 millones de dólares en el futuro, no hay mucha gente que tenga ese dinero. La ley de los grandes números está entrando en juego”.
Aun así, las reglas de propiedad de la NFL siguen siendo mucho más estrictas que las establecidas en otros deportes y ligas, donde las empresas de capital privado y otras empresas de inversión pueden comprar el control absoluto de los equipos.
RedBird Capital Partners, la firma de inversión fundada por el ex negociador de Goldman Sachs Gerry Cardinale, es dueño del club de fútbol italiano AC Milan, mientras que el inversor en deuda en dificultades con sede en Los Ángeles Oaktree Capital tomó el control de su rival Inter de Milán en mayo después de que los propietarios chinos del club de fútbol no pagaran un préstamo de 400 millones de euros.
La firma de capital privado Clearlake Capital y el financista estadounidense Todd Boehly lideraron la adquisición de Chelsea por £ 2.500 millones en 2022.
Las entidades vinculadas al Estado también tienen mayor libertad en el fútbol europeo.
El fondo soberano de Arabia Saudita compró una participación mayoritaria en el club inglés Newcastle United en 2021. Qatar Sports Investments es propietario del campeón francés Paris Saint-Germain, que ahora cuenta a Arctos como accionista minoritario.
En Estados Unidos, Qatar Investment Authority, un fondo soberano de riqueza, adquirió el año pasado una participación del 5 por ciento en el propietario de los equipos profesionales de baloncesto y hockey de Washington por 200 millones de dólares.