La mitad del personal del BEI teme represalias por denunciar irregularidades, según una encuesta


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La mitad del personal del Banco Europeo de Inversiones teme represalias si denuncia mala conducta, según los resultados de la primera encuesta sobre los mecanismos de denuncia de irregularidades en el mayor prestamista multilateral del mundo.

Los resultados reflejan una inquietud generalizada y de larga data, compartida con el Financial Times por más de 10 empleados actuales y anteriores, sobre la cultura en el banco de la UE con sede en Luxemburgo, cuyo ex presidente Werner Hoyer está bajo investigación por sospecha de corrupción y mal uso de fondos.

La encuesta interna del banco, realizada en 2023, muestra que el 50 por ciento del personal temía “repercusiones” si denunciaba cualquier mala conducta, incluidas denuncias de acoso, hostigamiento o fraude. Solo el 14 por ciento estaba satisfecho con el resultado después de haber denunciado dicha mala conducta, según una presentación filtrada a la que tuvo acceso el FT.

Los resultados llegan en un momento crítico para esta institución famosa por su carácter insular, que Hoyer describió en una ocasión como “que crece más o menos desapercibida en los bosques de Luxemburgo”. Las capitales de la UE, presionadas para financiar la ambiciosa transición verde y las necesidades de defensa del bloque, recurren cada vez más al BEI y a su balance de 550.000 millones de euros para satisfacer esas demandas.

El personal del BEI dijo al FT que la percepción de falta de supervisión y la naturaleza política de los nombramientos en la cima del banco han resultado en una cultura de favoritismo y procesos de RRHH opacos.

“Muchos empleados tienen miedo de hablar, temen represalias y no creen que se tomen o vayan a tomarse medidas correctivas”, afirma una opinión de los representantes del personal del BEI adjunta a los resultados de la encuesta.

Sólo el 40 por ciento pensó que el banco protegería a los empleados que informaran problemas de buena fe y tomaría sus preocupaciones en serio, según una presentación separada de la misma encuesta obtenida a través de una solicitud de libertad de información.

Las encuestas anteriores realizadas al personal del BEI muestran que la satisfacción con los estándares éticos del banco es siempre baja. En 2019, solo el 30 por ciento de los empleados encuestados consideraba que el banco tenía una buena calificación en cuanto a profesionalidad, ética e integridad. En 2022, este porcentaje había aumentado solo ligeramente, hasta el 35 por ciento.

El banco tiene una política de denuncia de irregularidades, pero varios empleados actuales y anteriores dijeron al FT que la entidad no les aseguró que estarían protegidos si denunciaban sus problemas de buena fe. Uno de ellos la calificó de “disfuncional”.

El BEI afirmó que los resultados de la encuesta mostraron un “fuerte conocimiento” del código de conducta y una “voluntad de actuar como testigos en los casos observados”, pero también destacaron “áreas para seguir mejorando”, incluida la confianza en la protección de los denunciantes.

Agregó que los resultados eran “comparables” con los de otras organizaciones internacionales y que el banco estaba poniendo en marcha “una serie de medidas para mejorar aún más las condiciones”.

La nueva presidenta del BEI, la ex ministra de Finanzas española Nadia Calviño, se ha comprometido a revitalizar el banco y construir una mejor relación con el personal mientras busca impulsar al BEI hacia políticas de préstamo más ambiciosas.

Calviño, en una nota interna al personal vista por el FT, dijo que el lanzamiento de un plan de acción de gestión interna, incluido el nombramiento de un defensor del pueblo independiente, promovería “acciones tempranas para evitar la escalada del conflicto, procedimientos más fuertes para lidiar con el acoso y más información para los denunciantes y las partes afectadas”.

Pero ex empleados cuestionaron la capacidad del banco para cambiar la situación a menos que el Defensor del Pueblo sea verdaderamente independiente de la gestión del BEI.

“Después de los últimos 12 años, el personal está en una especie de trauma. Esto no se puede solucionar simplemente escribiendo algunos puntos en un papel”, dijo otro ex empleado.

El banco afirmó que el Defensor del Pueblo sería un “servicio independiente” similar al de otras instituciones como la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Los detalles de su mandato “aún se están definiendo”, añadió.

Hoyer, que fue presidente del banco entre 2012 y 2023, y antiguo portavoz de la representación del personal del BEI están siendo investigados por la Fiscalía Europea por sospechas de corrupción y malversación de fondos.

La investigación se centra en un pago de más de un millón de euros realizado por el banco al empleado, según dos fuentes con conocimiento de la investigación.

Ambos negaron haber cometido irregularidades. El abogado de Hoyer afirmó que “las acusaciones de corrupción y abuso de influencia, así como de malversación de fondos de la UE contra el Dr. Hoyer, son completamente infundadas y carentes de fundamento”.

Información adicional de Javier Espinoza y Laura Dubois en Bruselas



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