La mezzosoprano milagrosa combinó un brillo elegante con una hermosa bajeza terrenal

Como máxima intérprete del papel de Carmen, la mezzosoprano española Teresa Berganza combinó un brillo elegante con un bajo hermoso y terrenal. Cuando cantaba sobre el amor “como un pájaro rebelde” se podía sentir ese suspiro, porque le daba a esas palabras un aire creíble y sin artificios con su tiempo, experiencia de vida y timbre. Berganza “fue la Carmen del siglo”, resumió el director de orquesta Herbert von Karajan. El viernes falleció Berganza, que ya se despidió de los escenarios de conciertos en 2008. Ella tenía 89 años.

Teresa Berganza, nacida en Madrid en 1933, fue una de las grandes estrellas de la ópera del siglo XX. Cantó en los principales teatros de ópera de Europa y Estados Unidos durante medio siglo. Además de su interpretación ejemplar del papel principal de la ópera de Bizet, fue especialmente popular por su interpretación de papeles en las óperas de Rossini y Mozart. “Mozart es mi Mesías”, dijo ella misma. “Solo llámame místico, no me importa. Mi nombre es Teresa por una razón”.

Berganza debutó en Madrid en 1955 y fue aclamada internacionalmente en 1957 y 1958 en los festivales de Aix-en-Provence y Glyndebourne con interpretaciones de Dorabella en la obra de Mozart. porque fan tutte y Cherubino en Las novias de Fígaro† Cantó la última parte con “una mezcla encantadora de confusión infantil y deseos hormigueantes, en sus ojos una promesa de peligro”, señaló un crítico.

Actuaciones en los Países Bajos

En los Países Bajos también cantó el papel de Cherubini con gran éxito: en el Festival de Holanda de 1961 (en La Haya, bajo la dirección de Carlo Maria Giulini). En ese mismo verano festivalero acudió también al Concertgebouw de Ámsterdam para un recital con canciones españolas -según cuenta la crítica del revista de comercio general produjo un espectáculo tal que a la audiencia “le hubiera encantado devorarla de pura felicidad”. Al año siguiente Berganza vuelve al Festival de Holanda, esta vez para el papel de Rosina en la obra de Rossini El barbiere de sivigliaseguida de varios recitales en las décadas de 1970 y 1980.

“Una multitud leal de admiradores le entregó un turbante y una botella de vino”, señaló NRC en su recital en el Amsterdam Beurs van Berlange (1988). Berganza, ahora de 55 años, seguía siendo “fantástico” vocalmente. Y en 1995 no fue diferente: la sala “reaccionó frenéticamente a las dotes de seducción musical de esta maravillosa mezzosoprano, que aún conserva el aura espontánea, vital y sensual de una mujer joven”, señaló. NRC† Su voz, “que parecía combinar el aroma de regaliz, clavo y flores silvestres”, no tenía rastro de fatiga.

Reflejos

La carrera de Berganza tuvo muchos hitos. Cantó en el acto inaugural de la Exposición Universal de Sevilla de 1992, con Plácido Domingo, y en el acto inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona (también en 1992).

Tras su retirada de los escenarios en 2008, sigue impartiendo clases, en 2011, 2014 y 2018 fue miembro del jurado del Concurso Elisabeth (aquellos años para cantar) en Bruselas. Berganza grabó numerosos discos, entre ellos Handels Alcina con Joan Sutherland (1960), Bizets carmen (de 1977) y las demás óperas en las que se gloría, así como discos de recital de canciones españolas y zarzuelas.

Berganza se casó dos veces (la segunda con el cura al que había consultado antes del divorcio) y tuvo tres hijos.



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