La agencia espera que los suministros de petróleo rusos se reduzcan en 3 millones de barriles por día a partir del próximo mes como resultado de la guerra en Ucrania y las medidas punitivas occidentales contra Moscú. Esto podría conducir a la peor crisis de suministro en décadas, advierte la AIE en su informe petrolero mensual.
Las consecuencias de la pérdida de petróleo ruso no deben subestimarse, según los autores del informe. Las sanciones prolongadas o intensificadas podrían conducir a cambios definitivos en el mercado energético mundial.
El suministro se agota
Aunque el llamado aceite Ural todavía se comercializa con descuentos considerables, su demanda es limitada. Las refinerías europeas, que ahora dependen en gran medida del petróleo ruso, pueden tener dificultades para mantener la producción en los próximos meses. Según la AIE, hay pocos indicios de que el petróleo comparable de Medio Oriente se dirija por este camino.
Occidente no tiene que contar con petróleo adicional de Arabia Saudita, uno de los pocos países que puede aumentar la producción rápidamente. Y antes de que posiblemente comience la producción en Irán si se alivian las sanciones contra este país, estamos meses más allá. Tampoco se debe esperar demasiado del petróleo adicional de los países que no pertenecen a la OPEP.
La AIE no es del todo sombría: la crisis actual también podría representar oportunidades para la transición energética.