La magia de Kvara en el minuto 87: el Napoli vence al Verona


Todo ocurrió en la segunda parte: el equipo visitante se adelantó con Coppola, el empate lo consiguió el fresco ex Ngonge, que debutaba con Italia, y el gol de la victoria del georgiano.

Enviado Vincenzo D’Angelo

– Nápoles

Un arcoíris mágico, directo a la esquina superior. Fue necesaria una jugada de talla mundial por parte de Kvaratskhelia para poner fin a la crisis y ahuyentar los fantasmas de una temporada que estuvo a punto de terminar a principios de febrero. El Napoli venció 2-1 al Verona en una remontada y todo sucede en los últimos veinte minutos. Un cabezazo de Coppola adelantó al Hellas y empujó a los azzurri al fondo del barranco de una crisis sin precedentes, pero luego el orgullo de los campeones y el brío de los nuevos jugadores marcaron la diferencia. Primero el empate del ex Ngonge, tras una bonita jugada del revivido Lindstrom. Luego regresa Kvaratskhelia (tras una intercepción fundamental de Mazzocchi, otro fichaje), que se ilumina al ver al Verona. Una magia de tres puntos que no sólo vale la victoria, sino que podría ser las puertas correderas de la temporada del Napoli. Victoria fundamental para todo el entorno, tres puntos que ayudan al Napoli a mantenerse en el tren de la Champions.

falta el objetivo

Mazzarri había pedido un Nápoles ofensivo y durante los primeros veinte minutos el equipo pareció tomarle la palabra. Kvara se queja inmediatamente de un penalti por un contacto muy límite con Cabal (pero el VAR opta por dejar la decisión en el campo) y luego comienza su duelo con Montipò: primer disparo que hace volar al portero del Hellas, segundo intento con una volea desde la frontal, que el portero incluso consigue bloquear sobre la línea evitando el toque de Simeone. Hasta el minuto 25, el Hellas no pasó del centro del campo, pero el Napoli no logró abrirse paso y poco a poco fue bajando el ritmo y la presión. La vuelta al 4-3-3 produce el empuje de los laterales y las inserciones de los centrocampistas, pero hay demasiado tráfico en el centro y el Napoli siempre acaba chocando contra el muro veronés.

equilibrio

Tras el parón no hay cambios. Sin embargo, la actitud del Verona cambia y en los primeros 4′ estuvo cerca de ponerse en ventaja en tres ocasiones. Primero Coppola volea y falla tras un tiro libre lateral, luego Lazovic desafía a Gollini desde fuera y en la siguiente esquina Cabal cabecea desviado. Pasado el susto, el Napoli volvió a «atacar» el área rival, pero fue Montipò quien instintivamente salvó tras un desvío cercano de Simeone. El Verona se organiza y vuelve a empezar cuando puede, asustando al Nápoles: Folorunsho (propiedad del Nápoles) estuvo muy cerca de marcar un gol cinético en el minuto 12, con espléndidas acrobacias.

infiernos por delante

Mazzarri intenta rediseñar el Napoli con un 4-2-3-1, con Lindstrom como centrocampista ofensivo y Ngonge como lateral en lugar de Politano. Pero tras las sustituciones la primera emoción sigue siendo favorable al Verona, con un tiro libre de Duda que atraviesa el área sin encontrar un desvío amistoso. La desviación llegó a tiempo con otro tiro libre lateral (27′), con Coppola elevándose más que nadie y superando a Gollini para tomar la sensacional ventaja de Hellas. El Napoli reacciona con la cabeza gacha, pero siempre golpea a Montipò, del tamaño del superhéroe: primero bloquea un disparo de Mazzocchi, luego vuela para poner el disparo de Lindstrom en la esquina (31′).

Vuelve

Pero el Napoli está ahí, presiona con convicción y en el minuto 34 encuentra el empate: Lindstrom irrumpe en el centro del campo, envía a un rival al larguero y ofrece a Ngonge una asistencia de oro para poner el 1-1. Anguissa (36′) se acerca al poste desde fuera, pero Simeone aprovecha un minuto más tarde para ponerse en ventaja, tras un buen remate de Kvara. Parece otro día embrujado, pero Kvaratskhelia se encarga de sacar al Napoli del infierno: quiebre central de Mazzocchi, Kvara gira y desde el borde interior envía el balón al ángulo superior, provocando la explosión de Maradona. En el tiempo de descuento, el estadio se puso de pie para sostener al equipo: tres puntos de sufrimiento infinito. Sin embargo, hay tres puntos que todavía huelen a esperanza.





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