La madre Beth Holloway limpia el suelo en el tribunal con Joran van der Sloot: ‘Tú eres el asesino de mi hija’

“Se acabó la duda, usted ya no es un sospechoso sino el asesino de mi hija”, le espetó Beth Holloway a Joran van de Sloot en la sala del tribunal estadounidense el miércoles. Vestido con un traje naranja de matón, escuchó atentamente el castigo verbal. Aún tuvo la decencia de expresar su pesar a la familia y tendrá que vivir en una celda espartana en Perú hasta el año 2045.

Vestido con un mono naranja de prisión, visiblemente tenso y sin apenas mirar hacia la habitación, Joran van der Sloot sufrió el miércoles un doloroso castigo verbal por el asesinato de Natalee Holloway y la extorsión a sus familiares.

“Se acabó la duda, usted ya no es un sospechoso sino el asesino de mi hija”, argumentó Beth, la madre de Natalee, en una emotiva declaración al juez. “Nos quitaste a nuestra hija, hermana y sobrina de una manera espantosa”, dijo una emocionada Beth, que aún se atrevía a llamar la atención sobre el dolor que Van der Sloot causó a sus propios padres y hermanos. “Hoy por fin sentimos justicia”, afirmó la madre de Natalee, que de vez en cuando miraba fijamente a Joran van der Sloot. “Te ves como el infierno”, le espetó ella.

Después del impresionante discurso de Beth, el juez tomó la palabra. También criticó a Van der Sloot y destacó el sufrimiento irreparable que causó. Habría preferido imponer a Van der Sloot una pena mucho más alta, pero, teniendo en cuenta los acuerdos entre los abogados de Joran y el fiscal, esto no es posible según la legislación estadounidense.

‘Cráneo destrozado y cuerpo abandonado’

El magistrado y Beth Holloway no perdieron mucho tiempo explicando cómo exactamente Joran van der Sloot asesinó a Natalee y la arrojó al mar. La confesión al respecto corresponde exactamente con la lectura del diario de Van der Sloot, en el que describe cómo aplastó a la niña en el cráneo con una piedra después de intentar en vano obligarla a tener relaciones sexuales. Luego dejó que su cuerpo desapareciera en el mar. Por lo tanto, no se realizarán más búsquedas.

El fiscal de Alabama consideró creíbles las declaraciones, especialmente después de que Van der Sloot se sometiera a una prueba con un detector de mentiras. Le dio al Ministerio Público la convicción de que el llamado acuerdo de culpabilidad era la mejor opción para sacar la verdad a la luz tanto en el caso de extorsión como en el de asesinato.

Manos vacías

Los familiares de Natalee tuvieron un papel importante entre bastidores durante las negociaciones. Los investigadores del FBI que habían estado investigando el caso desde 2005 mantuvieron a la familia continuamente informada. El miércoles, el fiscal destacó la imposibilidad jurídica de que la justicia estadounidense condene a Van der Sloot en Estados Unidos por el homicidio de Natalee.

Dado que el crimen tuvo lugar en Aruba, la fiscalía de esa isla es la autoridad competente para procesar el caso. Pero debido a que el delito de homicidio involuntario ya expiró según la ley de Aruba, la posibilidad de que Van der Sloot sea llevado a juicio en la isla holandesa es prácticamente nula. El Ministerio Público de Aruba tendría entonces que demostrar que hubo premeditación, es decir, asesinato en lugar de homicidio involuntario. Como, aparte de las declaraciones de Van der Sloot, no hay pruebas de asesinato, la justicia se queda con las manos vacías en este punto.

Beneficio

La ventaja relativa del acuerdo para Van der Sloot es que será deportado de Estados Unidos en poco tiempo y trasladado en avión de regreso a Perú. Aún le esperan años difíciles hasta 2045, porque seguramente no será recibido con los brazos abiertos en las prisiones del país sudamericano. Dado que la sentencia estadounidense va paralela a su detención en Perú, su única perspectiva es que sea liberado a la edad de 57 años.

Durante la audiencia, el holandés se dirigió a los familiares de su víctima y expresó su pesar. “Pido disculpas por mis acciones a la familia Holloway, a mi propia familia y al juez. Espero que esto le dé algo de consuelo. Ya no soy el mismo que en 2005 y 2010”, afirmó. “Creo en Dios y en Jesucristo”. Posteriormente, los guardias lo condujeron por una puerta lateral y lo devolvieron a prisión, donde pasará los últimos días de su estancia en Estados Unidos.

Beth Holloway habló fuera de los medios de comunicación masivamente acudidos. Una vez más expresó el alivio que siente ella y su familia. “Natalee tendría ahora 36 años y todavía la extraño todos los días. Pero finalmente tenemos las respuestas que hemos estado buscando todos estos años”.



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