La lente de la Cámara sobre las cuentas del Puente. El Gobierno asegura: no superará los 13.500 millones


Por ahora, lo cierto es que el Parlamento avanza con la conversión del decreto. Para las cuentas, sin embargo, tendremos que esperar a los capítulos individuales del proyecto ejecutivo. Pero el gobierno asegura que la obra no costará más de 13.500 millones, siempre que la guerra, la crisis energética y otras lamentables variables independientes no vuelvan a morder la economía con una nueva oleada de subidas de precios. También ha llegado el expediente de la Cámara de Diputados -número 64 de 9 de mayo- sobre la verificación de las cuantificaciones para barajar las cartas, certificando las incertidumbres sobre los números.

Las objeciones de los funcionarios

En las 11 páginas del informe, los funcionarios de Montecitorio plantean preocupaciones no solo por la ausencia de cobertura sino precisamente por la falta de indicación del monto de los recursos para la construcción de la obra. La objeción suena así: «Si bien se advierte que la cuantificación de los costes de la obra queda aplazada al futuro plan económico-financiero de la concesión (y, en este sentido, la disposición así introducida no debe tener efectos de carácter directo e inmediato naturaleza), sin embargo el mecanismo previsto por la ley tiene el efecto de incluir en el costo de la obra nuevas partidas de gasto no consideradas anteriormente como los contratos vencidos ope legis han dejado de producir efectos y las indemnizaciones correspondientes, de conformidad con el artículo 34-decies de Decreto Ley n. 179/2012, debió ser la única pretensión de los interesados». En esencia, la regulación, dice el expediente, produce nuevos efectos en las cuentas públicas cuya definición se posterga para una etapa posterior. «Teniendo en cuenta estas consideraciones, tanto el hecho de que los datos pertinentes deben estar disponibles, ya que se trata de contratos ya existentes y conocidos por la parte contratante – continúa el expediente – es necesario adquirir información sobre los efectos financieros que las disposiciones en cuestión producirá sobre el coste total de la obra, esto también en consideración al hecho de que, como ya se señaló durante el examen del texto inicial del decreto-ley en cuestión, de conformidad con la directiva del Parlamento Europeo no. 2014/24/UE (implementado con el código de contratación pública a que se refiere el Decreto Legislativo n.º 50/2016) los contratos y acuerdos marco pueden modificarse sin necesidad de un nuevo procedimiento de licitación en los casos previstos en el mismo y siempre que el eventual aumento de precio no no excederá del 50% del valor del contrato inicial (cf. art. 106 del código de contratos públicos)». Traducido: desde el punto de vista técnico, el decreto es incompleto porque los elementos contenidos en la disposición no captan el punto en el que caen los costos de la infraestructura.

El sistema de ajuste de precios

Pero mientras tanto el decreto de Ponte marcha enviado al Parlamento donde el martes 16 de mayo la Cámara será sometida a un voto de confianza para luego aterrizar el día 25 en el Senado. Para el Viceministro Edoardo Rixi «con la construcción del puente sobre el Estrecho demostraremos, una vez más, que el nuestro es un gran país – dijo al final de la votación – Tenemos los mejores ingenieros y empresas que realizan increíbles funciona en todo el mundo». Pero volvamos a la disposición: bajo la lente del dossier de la Cámara está la regulación del ajuste de precios que se han disparado por el aumento de las materias primas y la inflación.
Anulada primero y luego reformulada, la enmienda presentada por la mayoría confía el cálculo de los ajustes de precios a dos herramientas: los índices Istat y una actualización «corporal» parametrizada en base a las variaciones medias del valor de los cuatro primeros proyectos de infraestructura prohibidos por Rfi y Anas en el año 2022 (fuera de 2021 y 2023). “La reforma reformulada con el dictamen positivo del MEF tiene el único propósito de explicar el mecanismo de cálculo de la adecuación de la obra”, dijo el viceministro de Infraestructura Edoardo Rixi. El diputado del ministro Salvini en el ministerio de Porta Pia explicó que «en 2011 el costo fue de 8.500 millones» mientras que hoy «ha subido a 13.500 millones en total». Para el Gobierno, «hacía falta claridad para explicar cómo llegamos a la cifra consignada en el Def de 13.500 millones de coste, que es el techo máximo en la situación actual». Dentro de este rango, corresponderá al proyecto ejecutivo detallar las partidas de costos individuales. Solo para el puente, sin las obras conectadas, estamos hablando de una bifurcación que va desde 6.7 mil millones en 2011 a 7-9 mil millones en la actualidad.

La oposición al ataque

Sobre el nudo de las costas la oposición lanza el ataque. El puente se construirá gracias a la llamada «novación» de contratos vencidos: traducido esto significa que la obra la realizará el antiguo consorcio Eurolink, ahora absorbido por Webuild, sobre la base del contrato firmado en 2006 y que en su momento cuantificó el valor del puente en 4,5 billones de euros, según dijo el director general de la compañía, Piero Salini, en una entrevista con La Stampa. Pero resucitar viejos contratos solo es posible si se cumplen ciertas condiciones. Uno de ellos, también subrayado por el presidente de Anac Gabriele Buia durante las audiencias parlamentarias sobre el decreto, es lo que prescribe el artículo 72 de la directiva 24/2014: que los gastos, es decir, no superen el valor del 50% de los originados . El informe técnico de la reforma dice que la adecuación está dentro de ese valor, mientras la oposición parlamentaria se levanta y señala con el dedo al gobierno. Y contra el puente. “Es un lío -tronó el líder del grupo Pd en la Comisión de Transportes de la Cámara Anthony Barbagallo- no se entiende el criterio con el que se quiere actualizar los costos”. Con su homólogo en la comisión de Medio Ambiente, Marco Simiani, atacan luego el tema más delicado: «La forma en que el gobierno nos está llevando a aprobar el decreto sobre el puente sobre el Estrecho -dicen- corre el riesgo de crear una enorme lío: de hecho podríamos correr el riesgo de litigio y rechazo por parte del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas». En esencia, la superación del techo máximo del 50% de los costes respecto de los previstos en el contrato original más allá del cual -concluido el- genera la obligación de una nueva licitación”.

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