Para los alemanes siempre ha sido una comida deliciosa, aunque algo grasosa. Algunos incluso lo consideran su plato nacional. Pero el döner kebab se ha convertido ahora en un símbolo de la crisis del coste de vida en el país, tras las advertencias de que el plato pronto podría costar más de 10 euros por ración.
Los alemanes están tan preocupados por el aumento de los precios que esta semana se discutió el kebab en el Bundestag, el parlamento alemán. La diputada verde Hanna Steinmüller planteó la cuestión tras ser abordada por miembros preocupados de un club de frisbee en Gesundbrunnen, parte de su circunscripción en Berlín.
Una de las mayores preocupaciones de los jugadores de frisbee, dijo a los parlamentarios, era el “aumento de los precios del kebab”, que se estima que han aumentado de alrededor de 3,50 euros en 2022 a al menos 6 euros en los últimos meses. Últimamente, los puestos de döner han ido subiendo constantemente sus precios para hacer frente al aumento de los costes de los ingredientes, especialmente los tomates y el pan. En noviembre, un importante productor de döner advirtió que se está convirtiendo en un “plato de lujo” que pronto podría costar 10 euros.
“Sé que para mucha gente aquí este no es un tema cotidiano en absoluto y que a veces pueden sentir desprecio por ello. Pero les prometí que al menos lo haríamos visible aquí”, afirmó Steinmüller.
Orgullosa tradición
En el extranjero, el döner kebab suele asociarse con un bocado tardío durante una noche de fiesta. En Alemania, sin embargo, el plato tiene una orgullosa tradición que se remonta a los años 60, cuando fue introducido por trabajadores invitados turcos. Trozos de carne jugosa raspados de un asador y servidos en un puñado de pan con una variedad de ensaladas y salsas. O, como empezaron a llamarlo los alemanes: döner.
El plato es especialmente popular en la capital, Berlín. Pero ahora los lugareños se quejan de lo difícil que es hoy en día encontrar un buen y honesto kebab por 3 euros.