El galés jugó su peor temporada en el trienio de la Juventus y los Glasgow Rangers no le rescataron de la cesión. Y la resolución consensual es un camino difícil de recorrer
Llegado a 2019, cuando la estrategia de parámetro cero amparada por un salario de oro todavía estaba de moda en la Juve, Aaron Ramsey nunca dio la impresión de poder convertirse en un verdadero chollo para el conjunto juventino, a pesar de haber vivido con tres entrenadores diferentes. . Problemas físicos, apariciones escasas y nunca convincentes -intercaladas eso sí con buenas actuaciones con su selección, Gales-, y la sensación generalizada de que nunca se sintió parte integrante del proyecto, ni con Sarri, ni con Pirlo ni con Allegri. En definitiva, un objeto misterioso permaneció en Turín, envuelto en la duda nunca resuelta de cuánto le afectaban los problemas físicos y cuánto le implicaba realmente el proyecto de la Juve.