La industria del sexo rusa también se ve afectada por la guerra en Ucrania. Las trabajadoras sexuales testifican que pierden ingresos porque sus clientes tienen que irse al frente. La invasión rusa también da lugar a ‘nuevas fantasías’. En un burdel, las prostitutas se visten con los colores ucranianos para que los clientes las ‘castiguen’.
ttn-es-34