En abril, la inflación en Alemania se desaceleró por segundo mes consecutivo desde un nivel comparativamente alto. Los precios al consumidor aumentaron un 7,2 por ciento en comparación con el mismo mes del año pasado, según anunció el miércoles la Oficina Federal de Estadística. La autoridad confirmó así una primera estimación. En marzo, al 7,4 por ciento, la inflación cayó por debajo del 8 por ciento por primera vez desde agosto de 2022. “Los alimentos siguen siendo el motor de precios más fuerte entre los bienes y servicios de la cesta de la compra en abril”, explicó la presidenta de la Oficina Federal, Ruth Brand.
La inflación es un desafío para los consumidores: está erosionando su poder adquisitivo. La gente puede permitirse menos por un euro.
Los aumentos de los precios de la energía repuntaron nuevamente en abril. Los precios de la energía subieron un 6,8 por ciento interanual tras subir un 3,5 por ciento en marzo. El gobierno federal está tratando de hacer que el gas natural, la electricidad y la calefacción urbana sean más asequibles mediante la aplicación de frenos de precios retroactivos al 1 de enero.
De marzo a abril, los precios al consumidor aumentaron un total de 0,4 por ciento. Aquí también, la autoridad de Wiesbaden confirmó una estimación inicial. (dpa)