La IA y la tecnología se dividen entre el desafío redistributivo y el trabajo compartido


El desafío del trabajo en la era de la inteligencia artificial no será tanto su supervivencia -el trabajo seguirá existiendo- sino el número de quienes, debido a la brecha tecnológica, quedarán al margen del desarrollo y la nueva hiperactividad. -sociedad conectada. Con todas las consecuencias en términos de desigualdades, equilibrios democráticos -vinculados sobre todo al poder desmedido de los nuevos monopolistas- y, por último, pero no menos importante, la finalidad existencial de las personas.

El panel “Desempleo tecnológico: ¿mito o verdad?” mientras que por un lado diluye la preocupación por el futuro inmediato (seguiremos teniendo trabajo) abre escenarios no menos inquietantes e inexplorados sobre la capacidad del mercado para mantener distancias correctas (justas) entre filiales, además de la decisiva cuestión del papel de los estados en un nuevo y desequilibrado equilibrio ecopolítico de poder.

El nodo de redistribución

Segundo daniel susskind (Universidad de Oxford) ”no habrá cambios bruscos en los próximos años, el trabajo seguirá siendo el mismo y se adaptará a nuevos contextos pero lo que más me preocupa es que en el siglo XXI muchos ya no podrán contribuir a sociedad El problema, así planteado, parece menos grave pero con importantes consecuencias”. Para Susskind, los desafíos de la posmodernidad serán económicos (“las desigualdades muestran que el enfoque redistributivo está en juego, el desempleo tecnológico es el punto más extremo de este proceso. El reto es por tanto una redistribución en la sociedad, si el mercado ya no lo hace como antes”), de la esfera política (el poder omnímodo de las big tech) y, dramáticamente relevante, el reto “de tener un propósito en vida”.

Nuevas formas de poder

Por cierto – agrega Aarón Benanev (Universidad de Nueva York) – “estamos experimentando la paradoja de acelerar la tecnología pero al mismo tiempo la economía se está desacelerando hacia el estancamiento”. Según Benanev ”chatGpt podrá ayudarnos a mejorar la productividad en ciertos sectores. Las consecuencias a largo plazo no serán tan diferentes del pasado reciente. En todo caso, tendremos que trabajar menos y compartir el trabajo a realizar para tener el punto de partida de una vida digna. Muchos trabajos no hacen que las personas se sientan seguras: este es un tema fundamental”. En el fondo queda la evolución del poder, su concentración y su ejercicio.

Para Susskind “es correcto hablar de nuevas formas de poder. En el siglo XX era el poder económico, la concentración, las ganancias, la fijación de precios, eso era poder. El reto de hoy que nos preocupa es el poder político de las corporaciones y su impacto en la democracia, la justicia social y la libertad. Piense en Facebook: no nos preocupa el dominio económico, sino que pueda influir en las elecciones en los EE. UU. Hoy hay una falta de instituciones similares a las del pasado para crear leyes antimonopolio, no hay habilidades adecuadas para entender y regular. Los formuladores de políticas están aplicando remedios antiguos a estas empresas, pero es una forma históricamente obsoleta e ineficaz de contenerlas”.



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