En cuatro distritos del sur de Yemen, hay tantos niños desnutridos que amenaza con estallar una hambruna en los próximos meses. Al respecto lo advierten los expertos de la Clasificación Integrada de Fases de Seguridad Alimentaria (IPC), un organismo internacional de vigilancia de la seguridad alimentaria afiliado a las Naciones Unidas. en uno informe Publicados el domingo, hablan por primera vez de un nivel “extremadamente crítico” de desnutrición aguda en Yemen. Se trata de zonas de las provincias de Ta’izz y Al Hudaydah, ambas fronterizas con el Mar Rojo. Los distritos están bajo el control del gobierno reconocido internacionalmente.
Yemen ha estado en una guerra civil prolongada desde que los hutíes respaldados por Irán expulsaron al gobierno de la capital, Saná, en 2014. Desde entonces, una coalición internacional encabezada por Arabia Saudita ha estado intentando derrocar a los rebeldes. La guerra ha provocado una crisis humanitaria. Ya han muerto más de 150.000 personas.
Los expertos del IPC no tuvieron acceso a las zonas bajo control hutí, por lo que no sacaron ninguna conclusión en su informe sobre la situación humanitaria en esas regiones. Se observa desnutrición en los 117 distritos controlados por el gobierno. El número de niños menores de cinco años que padecen desnutrición aguda aumentó en un tercio en comparación con el año pasado. Actualmente se trata de 600.000 niños. Los expertos del IPC señalan las consecuencias directas e indirectas de la guerra: además de la escasez de alimentos y agua potable, mencionan brotes de cólera y sarampión, declive económico y escasez de ayuda de emergencia.
El IPC declara hambruna cuando al menos uno de cada cinco residentes de una zona sufre una “falta extrema de alimentos” que en última instancia conduce a la desnutrición y la muerte, y cuando el 30 por ciento de los niños están “desnutridos agudamente”. A principios de agosto, el IPC declaró la hambruna en Sudán.
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