“La raíz de una de mis muelas se torció 90 grados en mi mandíbula. Me la tuvieron que sacar hace muchos años y, cuando lo hicieron, tuvieron que serrar parte de mi mandíbula. Tardaron muchísimo y tuvieron que ponerme como mil millones de inyecciones para mantener mi cara adormecida. Volví años después para que me sacaran otra muela (raíz normal) y me sorprendió que no usaran una sierra, sino solo alicates, y que solo me llevara unos minutos”.