La fuga en Brasil, el San Paolo, los neumáticos: así lanzó Guttmann el 4-2-4

Detrás de la forma tan utilizada al final del partido para arriesgar la remontada, hay una historia llena de encanto que parte de la Hungría de 1956 para marcar un punto de inflexión copernicano en el fútbol.

Hoy los entrenadores, llevados por el tormento porque las cosas no salen bien, colocan a cuatro delanteros en los últimos minutos, lanzan el balón al centro del área contraria y, si marcan gol, dicen que fue gracias a los 4 -2-4 (cada referencia a la victoria del Inter en Lecce es puramente intencionada). Pero el 4-2-4 es cosa seria, hay gente que lo ha estudiado, no es un módulo de oratoria que se aplica en el momento de la desesperación. Un hombre, en particular, es el titular de la patente. Su nombre es Bela Guttmann y esta es su historia.



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