En el recurso de apelación, el Ministerio Público ha solicitado penas de prisión de hasta veinte años para cuatro sospechosos de estar implicados en el asesinato de Jan Elzinga. Según el poder judicial, las declaraciones de un testigo clave que haya falsificado pruebas pueden utilizarse como prueba.
El Ministerio Público (OM) habla de “un asesinato por encargo que causó conmoción”. Dado que el motivo nunca ha quedado del todo claro, “esto está carcomiendo a los familiares supervivientes”.
Según la justicia, está claro que Monique H. fue la “iniciadora y organizadora” del asesinato de Elzinga, su entonces pareja. El hombre de 40 años fue asesinado a tiros delante de la piscina de su ciudad natal, Marum, el 10 de julio de 2012.
El Ministerio Público afirma que la mujer proporcionó información crucial para que se llevara a cabo el asesinato. Monique habría dado fotos de Jan para que el tirador supiera que tenía que tenerlas. También compartió la rutina de natación de Jan. “Ella permitió que otros se ensuciaran las manos”, afirmó el Ministerio Público.
El hermano de Monique H., Marcel H., también es considerado por la justicia como el organizador e iniciador del asesinato. Se dice que se acercó al co-sospechoso Johan L. para pedirle un arma y luego entró en contacto con Willem P a través de L. Este último parecía dispuesto a dispararle a Jan Elzinga en nombre de Marcel H. Por un importe de 30.000 euros, P. consiguió que un pistolero matara a tiros a Elzinga en 2012.
La madre de Monique y Marcel, Coby van der L., también desempeñó un papel. Ella habría estado al tanto de los planes de asesinato y habría dicho a su hija Monique que “se apegara al plan”, concluye el Ministerio Público. Llama la atención el detalle de que Van der L. supuestamente sacó dinero del congelador de la casa de Monique y Jan el día del asesinato. Dinero que habría pagado por el asesinato. Fue condenada a diecisiete años de prisión.
Se solicitó una pena de doce años contra Johan L. El Ministerio Público determinó que el hombre de 59 años fue el único que mostró arrepentimiento por su participación. Aunque sólo lo admitió parcialmente.
Parte de las declaraciones de los testigos clave son fiables.
La justicia también discutió el uso de las declaraciones del testigo clave en este caso, el mencionado Willem P. Este hombre admitió en 2016 haber tenido un papel en el asesinato de Elzinga. Hizo un trato con el departamento de justicia e identificó a sus familiares políticos como los perpetradores.
En 2022, se descubrió que había falsificado pruebas. El Ministerio Público admitió que se habían cometido errores, pero que el resto de las declaraciones de P. eran fiables y útiles como prueba. Estas declaraciones también están respaldadas por otras pruebas, como declaraciones de otros testigos.
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