La Fiscalía exige 25 millones de euros a la química Sabic por un incidente con desenlace mortal


La planta piloto del grupo químico Sabic, donde la compañía desarrolla nuevos plásticos para la industria del automóvil y del embalaje, entre otras.Imagen Freek van den Bergh

La demanda forma parte de un megacaso contra cuatro empresas y la autoridad supervisora ​​Chemelot Site Permit (CSP) por incidentes ocurridos en el polígono industrial entre 2015 y 2019. No solo se escaparon gases peligrosos y contaminantes, sino que también murió una persona y dos resultaron gravemente heridas. , los tres empleados de Sabic. Esa empresa, un fabricante saudí de plásticos, posee por sí sola el 40 por ciento de Chemelot. Teniendo en cuenta el volumen de negocios de la empresa, que asciende a miles de millones de dólares, el Ministerio Público sólo considera sensata una multa elevada.

El Ministerio Público destacó el lunes que Sadic considera que la seguridad, la salud y el medio ambiente son de suma importancia, pero que «parecen ser más importantes en el papel que en la práctica diaria». Según el fiscal, se está generando un «panorama preocupante» y la empresa ha «pasado por el ojo de la aguja» repetidamente debido a situaciones inseguras. El Ministerio Público señaló que Sadic es una «empresa química líder» con una «posición social líder» como importante empleador en la zona y, por tanto, debería dar ejemplo.

‘Trabajo de rutina’

La Fiscalía acusa a Sabic, entre otras cosas, de haber hecho demasiado poco para evitar un accidente en diciembre de 2016, en el que dos empleados resultaron gravemente heridos al verterles encima un líquido inflamable que luego se incendió. Uno de ellos, un trabajador temporal, murió en el hospital.

En mayo de 2019, un empleado sufrió graves quemaduras cuando una válvula se abrió, lo que provocó que le cayera aceite caliente a 200 grados. El hombre no habría sido suficientemente informado sobre los peligros de su tarea, porque se la consideraba un «trabajo rutinario».

Además, cinco personas corrieron riesgo cuando fueron a revisar encima de un tanque con nafta, cuyo techo se había derrumbado en 2015. La fuga de gas puede haber creado una mezcla explosiva. Del 19 al 22 de febrero de 2016, más de 33 mil kilogramos de gas volátil se fugaron debido a la corrosión en un ducto. No fue hasta el 22 de febrero que se cerró la fábrica.



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