El juicio penal comenzó en febrero de este año y Ridoan fue condenado a 29 años de prisión. “Durante años nos hemos estado preparando para el momento en que mi hermana recibiría justicia. Fueron dos semanas agotadoras en las que tuvimos que organizar el cuidado de los niños, en las que no sabíamos cuándo terminarían los días del juicio y en las que recibimos No hubo ayuda”, lamentan los dolientes. Hermanas de Jill.
Pero sobre todo denuncian que el acusado puede ser puesto en libertad después de un tercio de su condena. “Dentro de cuatro años y medio podrá presentar su primera solicitud de libertad anticipada. Luego habrá cumplido nueve años de prisión”. El acusado también recibió una sentencia reducida porque tuvo que esperar demasiado para un juicio penal. “Una ley europea, porque la justicia funciona demasiado lentamente”, afirma la hermana Kim.