La factura energética vuelve a subir: ¿cuándo llegará la prometida energía verde barata?

A pesar de la promesa de precios más baratos a través de más energía verde, nuestra factura de electricidad es cada vez más cara. ¿Cuándo cosecharán los consumidores los beneficios del cambio? “Si todo sale bien, llegaremos al año 2040.”

Yannick Verberckmoes

¿Por qué tenemos que pagar más ahora?

Mucha gente puede suspirar profundamente ante la noticia de que nuestra factura energética volverá a aumentar unos euros al mes. Esta vez se debe a que el operador de la red Elia está subiendo las tarifas para transportar electricidad por la red a hogares y empresas. Estos nuevos precios ya fueron aprobados por el regulador CREG.

Aunque los costes de transmisión sólo representan una pequeña parte de la factura de la electricidad (40 euros al año), las tarifas más altas hacen que la factura de la electricidad suba un poco. Elia quiere realizar fuertes inversiones desde el próximo año hasta 2027, lo que añadiría unos 40 euros al año a la factura de la luz al final de ese periodo.

¿Está justificado ese aumento?

Aparentemente si. Porque todos utilizamos más electricidad y lo haremos aún más en el futuro. Las familias cambiarán sus calentadores de gas por bombas de calor y la industria también se alejará cada vez más del gas. Cuantos más coches eléctricos salgan de la línea de producción, mayor será la necesidad de electricidad para impulsarlos.

El operador de la red ahora quiere ampliar la capacidad de la red para poder transferir más energía a través de ella. Además, la propia red eléctrica todavía tiene que cambiar a energías renovables. Se necesitan nuevas líneas de alto voltaje para conectar los parques eólicos a la red y cada una de ellas cuesta miles de millones, basta pensar en Ventilus y Boucle du Hainaut.

“El Mar del Norte se está convirtiendo en una nueva central eléctrica”, afirma el especialista en energía Joannes Laveyne (UGent). “Pero esas líneas de alto voltaje son igualmente necesarias para conectar mejor a los países europeos. Esta interconexión europea también es importante en el contexto de las energías renovables”.

Como indica Laveyne, los países deben trabajar juntos para permitir la transición hacia más energías renovables. Un ejemplo teórico: si en España brilla el sol y en nuestro país no, entonces la energía de las placas solares españolas puede compensar nuestra escasez.

¿Son los belgas los únicos que siempre pagan facturas de energía más altas?

Ciertamente no, otros países europeos también tienen que invertir para cambiar sus redes y allí también los costes repercuten en los consumidores. “Italia anunció el año pasado un enorme plan para rediseñar su red”, dice Laveyne. “También se enfrentan a importantes inversiones en los Países Bajos y Francia. Bélgica ciertamente no es una excepción. La red eléctrica belga se ha ampliado considerablemente gracias a inversiones anteriores”.

La escasez de capacidad ya ha causado problemas en nuestros países vecinos. En Alemania, en algunas zonas los inversores de las instalaciones de paneles solares se apagan en los días calurosos, porque de lo contrario la red no puede hacer frente a los picos. Según Laveyne, en el pasado también se han tomado decisiones más económicas en los Países Bajos. “Como resultado, la capacidad de la red ahora es limitada”, afirma Laveyne. “Si ahora quieren construir instalaciones que produzcan mucha energía, a menudo resulta muy difícil porque no hay espacio en la red. Debemos evitar por completo situaciones como las holandesas”.

¿Qué más influye en la factura de la luz?

Las tarifas de la red sólo representan una parte de la factura eléctrica total. Es principalmente el precio mayorista el que influye en la factura. En los últimos años, fue principalmente la guerra en Ucrania la que hizo subir la factura. Ahora el impacto de la invasión de los mercados energéticos se ha estabilizado un poco, pero los precios siguen siendo relativamente altos.

Se espera que las facturas de energía sigan siendo elevadas en los próximos años, principalmente debido a los costes de generación de energía.

En los Países Bajos, la consultora PwC solicitó de Volkskrant un estudio sobre precios. Ahora predice que los hogares y las empresas en conjunto pagarán un 92 por ciento más por sus facturas de gas y electricidad en 2030, en comparación con 2020. Considerado a lo largo de una década, esto es casi una duplicación.

Según el estudio, el culpable es el elevado precio del gas. La energía verde es más barata que la proveniente de combustibles fósiles, pero las centrales eléctricas alimentadas con gas serán necesarias en los próximos años, especialmente cuando no haya suficiente sol o viento. En esos momentos, el gas será liberado en parte por CO2-Los impuestos se pagan muy caros.

¿Cuándo llegará el ‘cambio verde’ y finalmente tendremos que pagar menos?

Los expertos coinciden en que, en principio, los precios deberían bajar una vez que todas las turbinas eólicas, paneles solares y líneas de alto voltaje estén instaladas y se hayan amortizado todas las inversiones. Aunque eso no es inmediato. Según un estudio de PwC, la factura en los Países Bajos aumentará en un tercio en la década posterior a 2030.

El objetivo final es que podamos lograr con la energía verde lo que alguna vez hicimos con las centrales nucleares y el gas. “Pero nadie sabe cuándo se completará completamente esa transición”, afirma el economista medioambiental Johan Albrecht (UGent). “Apenas hemos comenzado. Si todo sale como se espera, estaremos más cerca del año 2040. La gran incógnita es cómo evolucionará exactamente la demanda de electricidad y cuál será su efecto en los precios”.



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