Sin querer perdonar nada de lo que Mitrovic ha hecho aquí. La acción fue estúpida y sigue siéndolo. Todo se ha dicho al respecto. Pero la sanción es grotescamente excesiva, y ahora a la FA incluso le gustaría extenderla. Poner como ejemplo a Mitrovic, para quien fue la primera tarjeta roja en más de 200 partidos con el Fulham, y enmarcarlo como un tipo muy, muy malo, es tan patético como -lamentablemente- predecible. Puedes hacerlo con un club pequeño como el Fulham, que no tiene un lobby importante. Cuando se trata de los grandes, a la FA le gusta mirar hacia otro lado. Ya se ha mencionado el ejemplo de Fernandes.
Sería bueno si el dinero proveniente de las penalizaciones pudiera comprarle al Sr. Kavanagh unas gafas decentes. Entonces el hombre podría ver algo de nuevo.
Ocho juegos, posiblemente más. Dios mío, qué circo.