La enzima que come plástico podría apuntar a los desechos de ropa de poliéster


El poliéster es un ingrediente clave en la moda rápida y representa el 60 por ciento de la ropa que se usa. También representa una parte desproporcionada de las prendas de vestir que terminan en los vertederos cada año.

El poliéster, un plástico de consumo, está hecho de tereftalato de polietileno (PET). A pesar de sus propiedades insostenibles, la popularidad y demanda del poliéster es extremadamente alta.

Una nueva investigación de la Universidad de Portsmouth en Inglaterra tiene como objetivo combatir la degradación ambiental causada por los textiles de poliéster. El Centro de Innovación de Enzimas de la Universidad de Portsmouth tiene como objetivo desarrollar una enzima que pueda ‘comerse’ de manera efectiva los textiles y la ropa de poliéster.

“Queremos un sistema que use plástico de la misma manera que usamos vidrio o latas: infinitamente reciclado. En última instancia, se trata de cerrar el círculo, pero esto no solo requiere la tecnología, sino también la voluntad de hacerlo», explica el profesor Andy Pickford, director del Centro de Innovación de Enzimas de la Universidad de Portsmouth.

“Nuestra investigación determinará la viabilidad del uso de enzimas para descomponer el PET en textiles posconsumo en una ‘sopa’ de componentes básicos simples para reconvertirlos en nuevos poliésteres, reduciendo así la necesidad de producir PET nuevo a partir de productos químicos basados ​​en combustibles fósiles. Esto permitirá una economía circular para los textiles de poliéster y, en última instancia, reducirá nuestra dependencia de la extracción de petróleo y gas del suelo”, añade Pickford.

La ropa tiene una baja tasa de reciclaje.

La universidad reconoce que la ropa tiene una de las tasas de reciclaje más bajas, ya que gran parte se incinera o termina en vertederos. Si bien es posible convertir textiles de alta calidad a base de aceite en alfombras y otros productos, los métodos de reciclaje actuales consumen mucha energía. Los científicos esperan que las enzimas desarrolladas en la Universidad de Portsmouth les ayuden a crear una economía circular ecológica para la ropa a base de plástico.

Las estadísticas del Parlamento Europeo muestran que la cantidad de ropa comprada por persona en la UE ha aumentado un 40 % desde 1996, mientras que los precios han caído considerablemente, lo que a su vez ha acortado la vida útil de la ropa. Los europeos usan casi 26 kilogramos de textiles cada año y tiran alrededor de 11 kilogramos. La ropa usada se puede exportar a países fuera de la UE, pero la mayoría (87 por ciento) se incineran o se envían a vertederos.

A nivel mundial, menos del 1 por ciento de la ropa también se recicla en prendas de vestir, en parte debido a la tecnología insuficiente.

Fuente: Universidad de Portsmouth. Puede encontrar más información en www.port.ac.uk

Este artículo traducido apareció originalmente en FashionUnited.uk.



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