Por Anne Losensky
Una enfermera se cree más inteligente que los médicos. No usa ventiladores porque cree que es suficiente con tener cuidado…
Tribunal de Distrito de Tiergarten. Acusado: Enfermero Jacek A. (57). Acusación: daño corporal negligente. Se trata de un niño pequeño. Nacido en Berlín en agosto de 2017 con una enfermedad genética. El bebé está en cuidados intensivos durante mucho tiempo, ventilado las 24 horas. A principios de mayo de 2018, los padres lo trajeron a Neukölln. El acusado es responsable de la atención domiciliaria.
Según la acusación, se “advirtió expresamente al cuidador que no hiciera ningún intento no autorizado de dejar de administrar oxígeno”. Pero: 27 de mayo, ventilador apagado. 14 de junio, monitor de O2 apagado. Tres días después de la catástrofe: paro cardíaco después de la alimentación.
El cuidador resucitó, el niño sobrevivió, pero con daño neurológico severo. Sin embargo, la defensa exige la absolución de la enfermera: “Aquí se busca un chivo expiatorio. No había orden médica escrita para ventilación permanente. Supervisó al niño. Se había ahogado.
El padre del niño (45): “Yo estaba trabajando, él era el responsable del cuidado. Rompió al niño”. La madre del niño (38, ama de casa): “Se alimentaba, escuché ruidos extraños. Inmediatamente prestó los primeros auxilios”.
La enfermera: “Lamento que haya llegado a esto” Sentencia: 4800 euros de multa (160 tasas diarias de 30 euros, lesiones corporales negligentes).
El juez: “No ceñirse a lo que dicen los médicos con un ojo raya abiertamente en la intención. Si el proceso hubiera llegado antes, “habría que pensar en una prohibición profesional”. Pero nada malo ha pasado en cinco años…
Los procedimientos contra los padres anteriormente coacusados han sido suspendidos debido a la insignificancia.