La enfermera que violó a una aprendiz en el Policlínico Umberto I de Roma estaba ciertamente convencida de que la víctima no lo denunciaría. Y nos quedamos con una duda atroz: ¿cuántos se salen con la suya? ¿Cuántos no pueden encontrar el coraje para hablar?


Aldo Cazzullo (foto de Carlo Furgeri Gilbert).

Noen el Policlínico Umberto I de Roma, una enfermera de 55 años atrajo a un aprendiz de 20 años a una habitación con un pretexto, la encerró y la violó. Has leído bien. No sucedió en la calle, en la oscuridad. Ocurrió en uno de los hospitales más grandes de Europa.

Si el perpetrador hubiera sido un hombre sin rostro, quizás enmascarado, quizás irreconocible en la oscuridad, obviamente no sería menos grave: violencia es violencia. Pero que una enfermera podría incluso concebir violar a un colega más joven en el lugar de trabajoprácticamente a la vista de todos, además de un crimen es una locura.

Por supuesto, detrás de cada violación también hay un elemento de locura: un hombre normal se excita cuando siente que una mujer lo desea; excitarse precisamente porque la mujer no te quiere y te rechaza es algo patológico, además de odioso.

Pero tecnicamente el violador del policlinico no es un loco; por lo tanto, la forma de su crimen tiene una sola explicación posible. El hombre pensó: “Él no me demandará de todos modos. Se avergonzará. Y ella estará en silencio“. Pero la niña no se calló. Entre lágrimas, alertó a otra enfermera, quien alertó a la policía, que arrestó al violador.

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Queda por entender cómo es posible no solo que un hombre levante la mano sobre una mujer, no solo que un colega abuse de otro colega, sino que él crea que puede salirse con la suya. Evidentemente es una mentalidad antigua: la certeza de la impunidadla idea de que una mujer no va a denunciar porque sería como sufrir violencia por segunda vez.

Y nos quedamos con una terrible duda: cuantos se salen con la suya ¿Cuántos no encuentran el coraje de denunciar? ¿Cuántos y cuántos todavía hoy no piensan y sienten como Franca Viola, que en 1965 se negó a casarse con el hombre que la había violado y dijo: “El honor lo pierden los que hacen ciertas cosas, no los que las sufren”?

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