La enfermedad de las vacas locas (BSE) se encontró en una vaca muerta en una granja en los Países Bajos. La enfermedad fue descubierta durante un control regular. La carne no entró en la cadena alimentaria, informa el Ministerio de Agricultura, Naturaleza y Calidad Alimentaria.
Si las personas comen carne contaminada, pueden contraer la enfermedad de Creutzfeld-Jakob. Esta enfermedad hace que las células del cerebro mueran rápidamente. Una vez que está infectado, es poco lo que puede hacer al respecto. Los pacientes experimentan dolor severo debido al daño al sistema nervioso. “Pero ahora no hay peligro para la seguridad alimentaria”, escribe el ministro Piet Adema en una carta al parlamento.
Todavía no se sabe a qué variante de la enfermedad se refiere. Wageningen BioVeterinary Research realiza investigaciones al respecto. El ministerio tampoco quiere decir dónde se encuentra la granja, pero informa que ha sido bloqueada. Esto significa que la empresa no puede vender productos animales temporalmente.
La enfermedad de las vacas locas puede ser una ‘variante atípica’ y la ‘variante clásica’. La última variante surge cuando los animales ingieren alimentos que se han contaminado con proteínas animales. La llamada ‘variante atípica’ puede ocurrir espontáneamente en vacas mayores.
La NVWA lleva a cabo investigaciones de fuentes y contactos. Todos los terneros del animal infectado y el ganado que han tenido el mismo alimento o crecieron con la vaca son rastreados y sacrificados. Existe una “posibilidad” de que otras vacas hayan comido el mismo alimento, escribe Adema.
“Si se trata de la variante atípica, se ha tratado esta contaminación positiva”, prosigue el ministro. “En el caso de la variante clásica, la NVWA lleva a cabo un análisis de causa raíz. En ese caso, se deben tomar medidas para controlar los riesgos para la seguridad alimentaria y la salud pública”.
Desde 1997, se han diagnosticado en los Países Bajos unos 88 casos de la clásica enfermedad de las vacas locas. La reutilización de restos animales en la alimentación animal fue una de las principales causas de la propagación de la enfermedad. Es por eso que siguió una prohibición europea sobre el uso de harina de carne y huesos en la alimentación del ganado.