Hay personas en el museo que usted, como visitante, no sabe que están allí. Pero si no están ahí, todo sale mal. A gente como la jefa de planta Mariëtta Kooring.
Mariëtta está muy ocupada hoy porque hay nada menos que tres eventos en el programa, de los cuales el día de introducción cultural de la MBO es, con diferencia, el más grande. “Hoy tenemos tres grupos de sesenta estudiantes que vienen para eso”, dice con sentido del detalle.
Éste tampoco es un día cualquiera para la jefa de planta Mariëtta. Pero “no, eso no es posible” no es algo que ella diga rápidamente. Ella supone que se puede encontrar una solución para todo.
Atraviesa el museo como un tornado, porque en realidad tiene que estar en tres lugares a la vez. “En un día así tienen que pasar muchas cosas, hay que mantener el ritmo”.
Sentarse a tomar una taza de té siempre es una opción. Por un momento pareció que iba a funcionar. Pero no, no, porque recibe una llamada diciendo que hay un mensajero en la puerta con todo tipo de cosas que hay que volver a poner en algún lugar. Así continúa.