La economía explicada a los niños con dibujos animados

Explicar la economía a niños de 10-11 años, que están terminando la primaria y comenzando la secundaria, haciéndoles divertirse pero también pasándoles nociones correctas, con la sencillez e inmediatez de los dibujos animados. O mejor dicho, de títeres animados, con los rasgos, las voces (y los textos) del empresario Alberto Forchielli y el economista Fabio Scacciavillani. Así como el sofá parlante Sòfa, que no es ni economista ni emprendedor sino un hombro imprescindible, dispuesto a hablar y hacer preguntas.

Estos personajes, y muchos otros, tanto fijos como ocasionales, son los protagonistas de la serie animada Clay Economy, en 13 episodios de unos 4 minutos cada uno; donde «clay» significa arcilla, que hace referencia al material (realmente plastilina, junto con otros productos) del que están hechos los títeres, animados con la técnica stop-motion, que simula el movimiento gracias a imágenes fotográficas de los títeres, transmitidas luego en secuencia de video. La serie se presentará en el Festival de Economía de Trento.

«La idea de esta serie – explica Alberto Forchielli – en realidad no partió de nosotros sino de Fabio Tamburini (director de Sole 24 Ore, educar), quien, en varias ocasiones, me dijo que faltaba una caricatura para contarles a los pequeños sobre la economía. Al principio era escéptico pero luego me di cuenta de que en realidad para los niños de 10-11 años no había nada, ni siquiera en inglés, capaz de divertirlos y explicarles cosas sensatas sobre la economía. Así seguimos, con Scacciavillani, y conocimos a Mónica Fibbi (autora de cortometrajes y series infantiles, educar) y Bibiana Petrera (la directora, educar) con la que creamos la productora Uffa, financiándonos nosotros mismos».

Los textos, prosigue Forchielli, «fueron escritos por Scacciavillani, que es muy bueno en esto; y luego Mónica y Bibiana los han revisado, para hacerlos del tamaño de una caricatura. También tuvieron la idea de hacer interactuar a los dos títeres con un tercero: el sofá Sòfa. Pero no solo. Porque en algunos episodios aparecen también los títeres de mis perros, Toto y Gaia, y los de los hijos de Fabio: Vera, Antea y Francesco».

Para terminar la obra, agrega Forchielli, «se necesitaron unos seis meses, no fue fácil encontrar la medida justa entre la historia de la economía y las ideas divertidas, pero al final los 13 episodios se concibieron como una ‘temporada’ de una serie de televisión. Y el Festival de Trento se presentó como la oportunidad adecuada para la previa. La idea, entonces, es ofrecer los productos a grandes carriers, como Rai, Mediaset, Sky o Netflix».



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