La cumbre sobre el clima que se celebrará en Bakú, la capital de Azerbaiyán, corre peligro de fracasar. La propuesta de los países ricos de proporcionar 300 mil millones de dólares en apoyo financiero anual a los países en desarrollo a partir de 2035 es insuficiente para el grupo de países menos desarrollados y los pequeños estados insulares. Se alejaron de las negociaciones y sólo quieren regresar si hay un acuerdo mejor.
Las negociaciones han durado un día más de lo previsto. Sólo el viernes por la tarde, justo antes del final oficial, se presentó un texto de negociación que contiene una cantidad que los países ricos están dispuestos a pagar para financiar la política climática en los países en desarrollo. Ese texto se refería a 250 mil millones de dólares por año. Inmediatamente quedó claro que esta cantidad estaba lejos de ser suficiente para todos los países en desarrollo.
El sábado, los países ricos aumentaron su oferta a 300 mil millones de dólares, pero muchos países pobres tampoco están satisfechos con eso. Sostienen que se necesita más de 1 billón de dólares al año durante la próxima década para ecologizar su economía y adaptarse a los impactos del cambio climático; expertos independientes confirman esta cantidad.
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Estos países no sólo no tienen suficientes recursos, sino que también señalan que el calentamiento es causado por los países ricos. Los países del Sur global son víctimas de esto, dicen. Por eso creen que es justo que los países ricos paguen.
“Más vale ningún acuerdo que un mal acuerdo”, se escuchó cada vez más durante el sábado en los pasillos entre las salas donde se desarrollaban las negociaciones. Si la cumbre termina sin un acuerdo, posiblemente podrían tener lugar más negociaciones en la primera mitad del próximo año en la ciudad alemana de Bonn, donde se encuentra la agencia climática de las Naciones Unidas, con la esperanza de llegar a un acuerdo.
Guardar lo que se pueda salvar.
Sin embargo, muchos países temen que luego sea mucho más difícil llegar a un acuerdo. Porque para entonces Donald Trump será el presidente de EE.UU. y nunca ha querido contribuir a la ayuda climática en otros países. Además, ha habido elecciones en Alemania, donde un gobierno posiblemente más derechista, quizás sin los Verdes, probablemente esté menos interesado en el clima.
Aún no está claro cómo procederán las cosas. John Podesta, enviado climático de Estados Unidos, espera que la tormenta pase rápidamente y que regrese la calma y aún se pueda llegar a un acuerdo. La pregunta es si esto será posible con el tiempo. El presidente azerbaiyano parece haber perdido el control de las conversaciones durante horas, por lo que los países trabajan cada vez más en pequeños grupos para salvar lo que aún se puede salvar. Algunas delegaciones volarán a casa hoy, lo que significa que es posible que no haya quórum en la reunión final para aprobar un acuerdo.