La creciente escasez de fertilizantes empeora la crisis alimentaria

La escasez de fertilizantes en Europa se está agudizando. Debido al rápido aumento de los precios del gas, dos tercios de la capacidad de producción se encuentra actualmente paralizada. La menor producción vuelve a ser una amenaza para los agricultores y los consumidores, no solo en Europa sino también más allá.

Rusia redujo los envíos de gas a Europa a raíz de la invasión de Ucrania por parte de las fuerzas rusas y las sanciones contra Moscú. La restricción afecta a industrias de toda Europa. Las empresas de fertilizantes se están viendo particularmente afectadas porque el gas es una materia prima importante, pero también una importante fuente de energía para el sector.

La reducción de los suministros mantendrá altos los precios, amenazando la productividad de los agricultores, que se ven obligados a reducir el nutriente clave. Esto amenaza con encarecer aún más los alimentos para los consumidores.

fábricas de cierre

“Tememos mucho que a medida que los precios del gas natural continúen aumentando, más fábricas en Europa se verán obligadas a cerrar”, dijo Máximo Torero, economista jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. “Esto hará que la UE pase de ser un gran exportador a un importador, lo que ejercerá más presión sobre los precios de los fertilizantes, lo que también afectará la próxima temporada de siembra”.

Según la organización sectorial europea Fertilizers Europe, que representa a la mayoría de los productores de fertilizantes del continente, actualmente el 70 por ciento de la capacidad no está en uso. “La crisis actual exige una acción rápida y decisiva por parte de la UE y los responsables políticos nacionales en los mercados de energía y fertilizantes”, dijo Jacob Hansen, Director General de Fertilizers Europe, en un comunicado.

Parada de producción

Esta semana, los principales productores han reducido o detenido la producción. Además de la dependencia del gas ruso, las sanciones contra Moscú también están jugando una mala pasada a las empresas. Por ejemplo, no está permitido comprar cloruro de potasio de Bielorrusia.

Si Europa se convierte en un importador neto de fertilizantes, los efectos de la crisis de suministro se extenderán. De hecho, la región competirá con los países más pobres, especialmente en África, donde la inseguridad alimentaria se ve exacerbada por la sequía y el conflicto en curso.



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