La corte dictamina sobre el papel de un belga sin rastro en el robo fatal de la casa de Gees

¿Irá a la cárcel el último sospechoso del robo mortal en Gees en 2016 seis años después? El tribunal de Assen decidirá hoy sobre la pena de prisión de 10 años que el Ministerio Público (OM) ha exigido contra Fidan J., de 30 años, de Bélgica.

El Ministerio Público asume el hurto con violencia con resultado de muerte. El originalmente albanés es el último de los cuatro hombres que fueron juzgados por el espantoso robo, en el que murió Koert Elders, de 69 años. Dos belgas fueron condenados previamente a 13 años de prisión. Un Amsterdammer fue condenado a 10 años de prisión y TBS con tratamiento obligatorio.

En 2019, el tribunal dictaminó que el caso de J. debía rehacerse. El tribunal de Assen no llegó a una condena debido a un grave error de procedimiento. El tribunal consideró que este error no debería tener consecuencias para los sospechosos y decidió que el tribunal aún tenía que dictar sentencia. Eso sucederá hoy.

J. ha desaparecido desde entonces sin dejar rastro. Por lo tanto, no se presentó a su juicio en Assen hace dos semanas. Su abogado no quiso o no pudo decir el paradero del hombre, dijo a los jueces. Según el fiscal: “Un hombre que no rehúye la violencia”.

J. ha sido condenado al menos cinco veces por, entre otras cosas, participación en una organización criminal y delitos de drogas. En 2019 fue condenado a 50 meses de prisión. A principios de este año, los medios de Bélgica escribieron sobre un caso penal del que J. formaba parte. Ese caso se trataba de una organización criminal que estaba involucrada en drogas y armas a gran escala.

La fiscalía de Amberes exigió una pena de prisión de 10 años contra J. de Borgerhout. Ese caso aún no ha concluido. En el caso de Gees, nunca ha quedado claro cuál fue exactamente el papel de J. El fiscal dijo que tenía pruebas suficientes de que J. estuvo en Gees esa noche. Según el Ministerio Público, esto se desprende de datos telefónicos e imágenes de cámaras, entre otras cosas.

“Un chico mayor que dejaba que otros sacaran las castañas violentas del fuego y trataba de mantenerse lo más apartado posible”, es la convicción de la OM.



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