La Comisión Europea quiere implantar el euro digital y así controlar mejor el sistema de pagos

La Comisión Europea (CE) quiere introducir una versión digital del euro. Con el proyecto de ley que la Comisión presentará este miércoles y del que NRC tiene un concepto, quiere darle al Banco Central Europeo (BCE) más control sobre el sistema de pago en la eurozona. Debido a que cada vez más pagos se están volviendo digitales, la dependencia de las partes comerciales está creciendo.

Hasta ahora, el BCE solo crea efectivo, las monedas de euro y los billetes. Los euros que utilizan los ciudadanos para pagar digitalmente son emitidos por los bancos comerciales. Estos ‘euros comerciales’ son en realidad créditos de ciudadanos y empresas en sus bancos. Esos bancos comerciales podrían colapsar. Un euro digital público debería pertenecer al cliente tanto como una moneda de euro en su bolsillo. El euro digital también está pensado como una opción de pago alternativa cuando hay interrupciones importantes en los bancos o durante un ataque cibernético, por ejemplo.

En parte debido a la rápida digitalización de las transacciones monetarias, el papel de los bancos comerciales en las transacciones de pago ha aumentado y el de los bancos centrales se ha reducido. Solo el 20 por ciento de los pagos en los Países Bajos se realizan en efectivo. En 2011 todavía era el 62 por ciento.

En parte debido a esto, los bancos comerciales más grandes se han vuelto tan grandes que el gobierno no se atreve a dejar que colapsen. Si eso amenaza con suceder, deberían ser rescatados con el dinero de los contribuyentes, como se hizo evidente durante la crisis financiera de 2008 y más recientemente con Credit Suisse, cuando los bancos no pudieron cumplir con sus obligaciones.

La moneda digital no debería competir demasiado con los bancos comerciales

La propuesta del comité constituye el pistoletazo de salida para el debate político y la toma de decisiones. Eso puede ser emocionante. En Holanda, entre otros, hay división sobre el tema. Se necesita tanto una mayoría en el Parlamento Europeo como una mayoría cualificada de los gobiernos europeos. Es probable que la toma de decisiones final se produzca después de las elecciones europeas de 2024. La implementación no comenzará hasta 2027 como muy pronto.

La propuesta de la CE también es una respuesta a los planes de empresas de redes sociales como Facebook, entre otras, para comenzar a usar su propia moneda. El BCE también teme que algunas criptomonedas jueguen un papel importante en los pagos internacionales si los bancos centrales no ofrecen una alternativa.

Casi todos los principales bancos centrales del mundo están trabajando para introducir algún tipo de dinero digital de banco central. Ya está disponible en varios países, incluidos China, las Bahamas y Nigeria.

En la zona del euro, la introducción de un euro digital público es necesaria para complementar el efectivo y adaptar la apariencia oficial de la moneda a los avances tecnológicos. “De esta manera, el euro puede seguir desempeñando su papel como moneda única de manera uniforme y eficaz en toda la zona del euro”.

El dinero digital emitido por el BCE coexistiría con el efectivo y el dinero que fluye a través de los bancos comerciales. Probablemente se convertirá en una ‘billetera’ separada dentro de las aplicaciones bancarias existentes. También se está desarrollando una variante fuera de línea, de modo que una infraestructura de pago segura permanezca disponible incluso en caso de fallas importantes de Internet o si los bancos fallan.

Tarjetas telefónicas prepagas

El euro del banco central también debe ser accesible para las personas que no pueden o no quieren tener una cuenta bancaria en este momento, como las personas sin papeles. Según la propuesta, para este grupo estarán disponibles tarjetas de pago con crédito, equiparables a las tarjetas telefónicas prepagas. Estos se pueden comprar en, por ejemplo, las oficinas de correos.

La Comisión Europea no quiere competir demasiado con los bancos comerciales con el euro digital. Con el fin de evitar que las personas retiren sus activos de forma masiva y los conviertan en el euro digital público más seguro, se establece un máximo en la cantidad que se puede mantener en euros digitales. Se piensa que son 3.000 euros por persona. El banco central tampoco dará intereses por los euros digitales.

Los opositores temen que el dinero digital emitido por el gobierno se utilice para monitorear digitalmente a los ciudadanos. Después de todo, el dinero digital es, por su propia naturaleza, más fácil de rastrear y menos anónimo que el efectivo. Temen que a largo plazo, por ejemplo, las prestaciones solo se paguen en euros digitales y que luego se puedan vincular requisitos a esto, por ejemplo, que solo se pueda comprar comida sana y nada de alcohol o cigarrillos.

La CE está tratando de eliminar esta preocupación por el ‘dinero programable’, que no puede usarse para comprar algunos productos y servicios, consagrando en la ley que el dinero debe ser ‘neutral’ y, por lo tanto, usarse para todo.

Entrevista página E4-5



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