Hoy, la convivencia legal sólo se rompe por la muerte de uno de los cónyuges, la extinción unilateral o conjunta, o por el matrimonio de uno de los cónyuges con otra persona. En este último caso, ni siquiera hay que avisar a la pareja con la que se conviva legalmente.
El proyecto de ley del miembro del parlamento de CD&V, Koen Geens, cierra esa brecha. El texto introduce un ‘impedimento matrimonial’, por el que no es posible contraer matrimonio con un tercero mientras no se haya terminado la convivencia legal con un registrador civil y se haya informado a la pareja.