La CNIL advierte de los riesgos de desplegar «cámaras aumentadas»


En un documento publicado el 19 de julio de 2022, la CNIL desvelado su posición sobre el despliegue de “cámaras aumentadas” en espacios públicos en Francia. Cámaras en pleno desarrollo, pero que plantean muchos interrogantes.

Cámaras capaces de analizar el comportamiento de los individuos

Según la Comisión Nacional de Informática y Libertades, el despliegue en el espacio público de “cámaras aumentadas” presenta nuevos riesgos para la privacidad. De hecho, la CNIL considera que es necesario para arreglar las líneas rojas y aportar cierta seguridad jurídica a los actores. Como señala la Comisión, las cámaras aumentadas son «que consiste en un software de procesamiento de imágenes automatizado acoplado con cámaras, que no solo permiten filmar personas sino también analizarlas de forma automatizada para deducir cierta información y datos personales que les conciernen».

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Estas cámaras tienen varios usos. Se utilizan en particular para contar automáticamente el número de personas en un lugar, analizar algunas de sus características e incluso pueden identificar ciertos comportamientos. como el abandono del equipaje, una infracción, etc. En “cámaras aumentadas”, la CNIL no incluye tecnologías de reconocimiento facial. La autoridad francesa considera que esta tecnología plantea cuestiones aún más específicas. Por otro lado, las cámaras aumentadas aún presentan nuevos riesgos para la privacidad. La Comisión considera que podrían tener un efecto directo sobre el comportamiento de las personas que transitan por la calle o en los comercios.

¿Cuál es el uso de estas cámaras aumentadas?

Por todas estas razones, la CNIL llama “a una reflexión global sobre el uso justo de estas herramientas en el espacio público”. Los dispositivos a los que se refiere la CNIL en este dictamen tienen por objeto permitir a los servicios de policía y gendarmería detectar comportamientos considerados «sospechosos». La Comisión considera que antes de desplegarlos, sería necesario probar la necesidad de su uso. Si este fuera el caso, la CNIL especifica que una ley específica debería regular absolutamente su despliegue. Sin embargo, la Comisión francesa reconoce que ciertos usos de las cámaras aumentadas son legítimos.

Entre ellas, se prevé en particular la puesta en marcha de dispositivos de conteo de peatones, coches o ciclistas en la vía pública para su desarrollo, la adecuación de las capacidades del transporte público en función de su uso, el análisis de la frecuentación y ocupación de un edificio para adaptar su consumo energético, etc. Sin embargo, mientras estas cámaras no están autorizados por las autoridades públicas (que deben adoptar un texto reglamentario o legislativo para prescindir del derecho de oposición), el RGPD ilegaliza su instalación.



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