Una casa en Scheidingsweg en Nueva Amsterdam debe ser evacuada por orden del juez. En junio, en ese edificio se descubrió un laboratorio de drogas y una granja de cannabis. La asociación de viviendas quería deshacerse del inquilino y por ello acudió con éxito a los tribunales.
Tras el descubrimiento de producción de droga en los galpones cercanos al edificio, el residente de 54 años fue detenido. Podría enfrentar cargos penales.
El alcalde Eric van Oosterhout decidió no cerrar la casa, que suele ser el siguiente paso. Se trataba de dos menores de 16 y 17 años que viven en el lugar.
Estos niños acabarían en la calle con sus propios problemas psicológicos. Se mantuvo un cierre condicional de tres meses.
El juez decidió recientemente que las partes debían demostrar si los niños se encontrarían en una situación de emergencia grave en caso de desalojo. Esto no ha sido probado, dictamina ahora el juez.
Los niños se alojan desde hace algún tiempo en casa de un conocido del residente de 54 años, porque el edificio alquilado lleva un tiempo sin electricidad. Pueden quedarse allí incluso después del desalojo. Además, existen otras opciones de atención para estos adolescentes, como la atención de crisis a través de OGGZ o De Access en Emmen.
La vivienda deberá quedar desalojada en un plazo de dos semanas.