La carpa de playa preocupa: Heerenduinweg se convierte en ballet acuático

Desde hace años, en invierno aparece un enorme charco de agua al final de Heerenduinweg, en el cruce de la carretera con IJmuiderslag. Este año ese charco es más grande que nunca. Los ciclistas y los coches ya no se atreven a cruzar el cruce. Un poco más lejos se encuentra el chiringuito Beach Inn y su propietario, Didier de Bie, teme que el lago le cueste invitados. Está buscando una solución, que por el momento no parece estar disponible.

El Heerenduinweg hacia Kennemerstrand de IJmuiden tiene una ligera pendiente y al final desciende. «Es el punto más bajo de IJmuiden», afirma De Bie.

Y se nota: cada invierno se forma un gran charco de agua justo al otro lado de la autopista y del carril bici.

«Pero este año el charco de agua llegó antes de lo habitual, a finales del verano», recuerda un residente de IJmuiden que camina hasta allí casi todos los días. Sus rizos grises ondean al viento. No sólo eso, «también es mucho más grande de lo normal».

El texto continúa debajo de la tarjeta.

De Bie también lo nota. «Últimamente ha estado lloviendo mucho más de lo normal a esta hora».

Esto se nota en su chiringuito, De Beach Inn. Para llegar allí, los automovilistas y ciclistas deben pasar el ballet acuático en el cruce en forma de T entre Heerenduinweg y IJmuiderslag. Aparcan el coche en IJmuiderslag y por una carretera sinuosa llegan al acogedor bar de la playa, abierto todo el año.

De Bie: «Cuando llueve, hay menos gente, pero algunos visitantes ya no se atreven a cruzar el cruce. Giran el coche y se dirigen a otra tienda de campaña».

El municipio reconoce el problema

La semana pasada se reunió con el municipio de Velsen. Le gustaría que sucediera algo, porque el punto ahora también es muy peligroso, dice De Bie. Especialmente para los automovilistas: «Si pasas por el charco a demasiada velocidad, no verás nada debido a las salpicaduras de agua».

El municipio reconoce el problema, que se prolonga desde hace años. Intenta pensar en soluciones, señala De Bie.

Por ejemplo, la carretera ya ha sido adaptada en varios puntos. Sacar el agua no sería tan fácil.

Según el propietario del chiringuito, se ha mencionado otra solución: «Se podría tender una tubería desde el cruce hasta una de las aguas cercanas».

Pero esto también plantearía un problema, lo sabe: «Es una zona Natura 2000… Tal vez sería mejor que levantaran un poco el asfalto de la calle Heerenduinweg», sugiere.

Por el momento, ciclistas y automovilistas tienen que conformarse con conos de color blanco anaranjado que el propio De Bie ha colocado a lo largo del lago. «Espero que esto ayude un poco a guiar a la gente a través de la intersección».

Más tarde en la mañana recibirá una respuesta más detallada del municipio.



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