Con un plan de relanzamiento que el grupo presentó el pasado 15 de noviembre quiere intentar recuperar la confianza de todas las partes implicadas. “El principal objetivo del grupo es volver a poner la salud en el centro de sus actividades. Para ello, el grupo debe volver a una estructura financiera sostenible y restablecer el equilibrio financiero. Un análisis de las actividades en Bélgica muestra una situación desfavorable que requiere un ajuste.
Orpea destaca en la nota de prensa que “cualquier conclusión o conjetura sobre el futuro de determinadas residencias es prematura”.
El equipo directivo belga ahora debe garantizar la continuidad de la atención y los servicios en cada uno de sus sitios, “en cualquier momento en esta fase de transformación”.
El grupo cotizado Orpea tiene una deuda de 9.500 millones de euros. La empresa ha obtenido protección de sus acreedores y ha iniciado negociaciones con los acreedores para reorganizar sus finanzas.
Orpea tiene 350 residencias de ancianos en Francia y gestiona unas sesenta residencias de ancianos en Bélgica. En enero se publicó el libro ‘Les Fossoyeurs’ (‘Los sepultureros’) del periodista Victor Castanet. Esto se refiere al racionamiento, a los ancianos que se quedan en sus excrementos o no reciben atención por días.