Fue una primicia mundial: el seto de bambú a lo largo de la N245, en la carretera entre Alkmaar y Schagen. Pero lamentablemente no hace lo que se supone que debe hacer: absorber el sonido del tráfico. “Sólo 2 decibeles, y no 9 como esperábamos”. Pero la provincia no quiere hablar de un fracaso total.
“Este resultado final fue realmente lo que esperábamos”, admite el líder del proyecto, Arjen Mink (41), de la provincia. “Una medición intermedia también indicó que era insuficiente: 1 dB, lo cual es casi imperceptible. De hecho, la decepción fue mayor en aquel momento.”
primero en el mundo
Primero, volvamos al principio. En Oudkarspel planté una pared de bambú viviente como barrera natural contra el ruido. No había nada parecido en ningún lugar del mundo, así que fue la primera vez. Se investigó si el bambú podría ser una alternativa a las barreras acústicas tradicionales hechas de hormigón o vidrio para detener el ruido del tráfico.
“El bambú es barato, sostenible y parece mucho más amigable”, fue la idea. La idea surgió en Ámsterdam, pero no había un lugar adecuado para probarla. Así llegaron a la N245, porque el arcén es bastante ancho y pasa bastante tráfico.
La prueba comenzó en 2015 con un seto de bambú de 150 metros de largo y 6 metros de ancho. La prueba duraría unos cinco años. A mitad de la ruta NH habló con el líder del proyecto, Arjen, en la pantalla y comprobamos si detrás de los tallos verdes hay más silencio.
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A unos 6 metros, el bambú habría alcanzado su altura ideal, pero resultó que la planta tenía mente propia y no creció lo suficientemente rápido; Ciertamente no en densidad. Después de la decepcionante medición provisional, se decidió darle otra oportunidad al bambú, hasta este verano. “Los costes totales, alrededor de 300.000 euros, fueron manejables y todos los socios se mantuvieron a bordo”, afirma el líder del proyecto, Arjen Mink.
Y ahora, más de ocho años después, se conoce la conclusión final: bloquea el ruido, pero no lo suficiente como para sustituir una pantalla normal. “Realmente depende de que la densificación no continuara”, explica Arjen. “En realidad no se obtiene un seto denso, ni una masa que refleje el sonido lo suficiente”.
Sin fracaso
Pero no se trata de un fracaso total. “Como provincia nos hemos fijado objetivos en el ámbito de la sostenibilidad. Sólo los alcanzaremos si nos atrevemos a salirnos de los caminos habituales. Por eso trabajamos en innovaciones como esta pantalla”, afirma el diputado Jeroen Olthof .
Y según Arjen, el proyecto ha aportado información realmente importante. También contribuye a la investigación científica sobre las barreras acústicas de las plantas vivas. “Lo aprovechamos al máximo. Y sabes lo que fue fantástico: durante todos esos años, casi todos los meses estudiantes de diferentes países se acercaban a mí con preguntas sobre el proyecto”.
“Y el bambú como producto ciertamente no es inútil. Podrías usarlo como biombo en lugares donde tenga más valor estético, además proporciona una pequeña reducción de ruido, dependiendo del ancho. Y el proyecto también proporciona inspiración:El bambú como material de construcción. se ha vuelto indispensable, e incluso tienes ropa interior gracias a él.”
¿Comida para pandas?
Finalmente, se eliminará el seto de bambú junto a la N245. “Por un lado, es una pena decirle adiós después de tantos años”, afirma Arjen, que ha supervisado el proyecto durante todo este tiempo. “Pero no encaja con la visión paisajística provincial: es una especie exótica”.
Se examina si el bambú se puede reutilizar, de lo contrario se procesará como residuo orgánico. “Probablemente sea esto último, porque este bambú ya es demasiado viejo. Quieren brotes jóvenes para reutilizarlos”. Arjen sabe que eso no significa que sea alimento para pandas. “También les gustan más las hojas tiernas y los tallos”.