Hoy hay cientos de granjeros del norte de Holanda que participan en la protesta de granjeros en Stroe. Pero eso no se aplica a todos. Ineke Hin de Oudeschild ha estado administrando una granja lechera orgánica desde que se hizo cargo de la granja de su padre y no se siente llamada a participar en la campaña. “Mi granja emite alrededor de un 70 % menos de nitrógeno que los agricultores convencionales”.
Varios granjeros de Texel ya estaban en el barco hacia el continente anoche para participar en la protesta nacional, pero la granjera Ineke Hin se queda en casa con sus vacas hoy. Al igual que otros dos agricultores de Texel, es dueña de una granja orgánica. Esto significa que su finca emite mucho menos nitrógeno, porque tiene menos ganado por hectárea, menos fertilizante y menos nitrógeno en la alimentación. “Le pones mucho menos nitrógeno, por lo que tampoco puede salir”, explica Hin.
Por lo tanto, la esposa del agricultor no está preocupada por las emisiones de nitrógeno en su granja, pero cree que se debe hacer algo para combatir el problema nacional del nitrógeno. “Pero un esquema de compra masiva no es la solución”, dice la mujer del ganadero al referirse a los planes del gabinete.
Agricultura ecológica
Según Ineke, la solución es simple: más agricultores deberían cambiarse a orgánicos. “El ciclo del nitrógeno es mucho más bajo en una granja orgánica, por lo que también hay muchas menos emisiones”, dice Ineke. Pero el gran problema es que hasta ahora son pocos los agricultores que se atreven a hacer el cambio. “Y eso es precisamente lo que el gobierno debería alentar a hacer”, dice la esposa del agricultor.
Pero antes de que los agricultores puedan hacer el cambio, según Ineke, también deben cambiar algunas cosas entre los consumidores. “También deberían optar más por productos orgánicos”, dice Ineke, “si esa demanda crece, estoy seguro de que más agricultores también cambiarán. Seguirán el mercado”.
La agricultora de Texel está feliz de haber tomado la decisión hace años de continuar la granja orgánicamente. Principalmente hace esto por sus animales, que por lo tanto solo ven su establo en los meses de invierno cuando hace mal tiempo. Además, están al aire libre día y noche y tienen un gran terreno a su disposición. “Estás en equilibrio con tu entorno y tu ganado, esa es una sensación mucho más agradable”.