La actriz lleva al cine la historia de emancipación de Delia, una mujer de los años 40, dispuesta a rebelarse contra un destino ya escrito. Producida por Vision Distribution y Wildside, se estrena en cines el 26 de octubre #ce Ancoradomani #paolacortellesi


DDespués de más de 30 películas, 5 series y un David di Donatello, Paola Cortellesi debuta como directora. Su primera obra se titula todavía hay mañanauna comedia dramática en blanco y negro elegida para abrir el Festival de Cine de Roma y Llegará a los cines el 26 de octubre.. Producido por Wildside e. Distribución de la visiónValerio Mastandrea, Emanuela Fanelli, Giorgio Colangeli y Vinicio Marchioni también forman parte del reparto.

“Todavía Hay Mañana”, el tráiler de la película de la directora Paola Cortellesi

todavía hay mañanala trama de la película

En la Roma de la posguerra, entre los escombros del conflicto y el deseo de reconstrucción, Delia (Paola Cortellesi) lleva una vida como muchas otras. Es una mujer sencilla, con pocos medios, criada en el culto a la familia y a la esposa funcional a la crianza de los hijos y al cuidado del hogar. Especialmente en el culto de complacer a tu cónyuge, sin importar el costo.

Está casada con Ivano (Valerio Mastandrea), con quien tiene tres hijos. Ivano es un hombre igualmente sencillo, acostumbrado a hacer valer su autoridad con maneras groseras. Y cuando la frustración se apodera de él, descarga su ira con su esposa, golpeándola y menospreciándola.

La única persona a la que respeta es su padre, Sor Ottorino (Giorgio Colangeli), un hombre anciano y postrado en cama. A pesar de estar al cuidado de su nuera, le da a su hijo consejos útiles sobre cómo enderezarla, para poder domesticarlo. Sí, porque la mujer se reduce a esto: un animal al que hay que domar para evitar que se convierta en un arma suelta y se atreva a expresar su pensamiento o simplemente su personalidad.

Paola Cortellesi, protagonista y directora de «Aún Hay Mañana». (Claudio Iannone)

Delia, una mujer valiente capaz de cambiar su destino

Delia se somete al régimen matrimonial porque no conoce otra realidadsin embargo, en su interior siente que éste no es el camino correcto hacia la felicidad. Y dirige sus proyecciones de vida libre hacia su hija mayor, a punto de casarse con un chico burgués. El matrimonio con él aparentemente representa la vía de escape hacia una vida diferente de aquella a la que ella ciertamente está predestinada.

todavía hay mañana cuenta el camino de crecimiento de la protagonista, en un contexto común a millones de mujeres de la época y más allá. Las disputas familiares son solo parte de la vida cotidiana en el que reina suprema la opresión de los hombres. En este contexto difícil y chauvinista, encuentra un hombro en Marisa (Emanuela Fanelli), una amiga de confianza que se burla constantemente de ella, con la esperanza de sacudirla lo suficiente como para encontrar el coraje para hacerse un hueco.

Y cuando todo parece ya escrito, llega lo inesperado que baraja las cartas. Un hecho inesperado que marca un antes y un después. Delia recibe una carta inesperada gracias a la cual encuentra la fuerza necesaria para cambiar su destino. Y así diseñar un futuro mejor tanto para él como para su hija.

“Todavía hay un mañana”, Valerio Mastandrea y Giorgio Colangeli interpretan a Ivano y Sor Ottorino respectivamente. (Claudio Iannone)

todavía hay mañanala primera obra de Paola Cortellesi

En todavía hay mañana Surge la historia de la posguerra, pero también el sueño de una existencia diferente, de una vida mejor. Sobre todo Paola Cortellesi cuenta con delicadeza una historia de valentía, emancipación y búsqueda de la libertad. Lo hace a través de la redención del protagonista, quien realiza una transformación necesaria para escapar de la infelicidad.

A pesar del entorno, Es una película más contemporánea de lo que piensasen el que todo gira en torno a la figura de la mujer, que debe bloquear golpes y codazos no sólo para abrirse camino, sino también para sobrevivir. Fotografía la Italia de hace ochenta años, pero muestra varios puntos de contacto con el presente. La elección de fotografiar en blanco y negrode hecho, no nos aleja del hoy, sino que añade intimidad y profundidad.

Y en esta vida bicolor, en la que no se prevén matices, algunos elementos se convierten en portadores, si no de nuevos matices, al menos de la esperanza de una alternativa. Entre todos, la solidaridad entre mujeres, que ayuda a Delia a adquirir la conciencia de que otra vida siempre es posible.

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