Ese campo representa casi el 4% de la producción mundial de gas licuado o GNL. Shell anunció previamente su intención de vender su participación en Sakhalin-2.
El CEO de British Shell, Ben van Beurden, informó anteriormente que abandonaría Sakhalin-II, en el este del país, en protesta contra la invasión rusa de Ucrania. Después de eso, dijo que estaba bien encaminado para vender las piezas.
Se dice que Shell está en conversaciones con empresas chinas, que no han introducido sanciones contra Rusia, para llegar a una adquisición.
La intervención permitiría a Moscú expropiar los activos. Según la consultora WoodMcKenzie, el proyecto tiene un valor de 4.100 millones de dólares.
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Moscú ha anunciado que transferirá todo el proyecto de GNL a una nueva empresa rusa. Esto le da al Kremlin la oportunidad de permitir que los inversores extranjeros mantengan sus intereses.
En Sakhalin-2, Shell tiene una participación del 27,5%, Gazprom el 50% más una sola acción. Mitsubishi y Mitsui también son accionistas.