El aumento del nivel del mar causado por el cambio climático en el Caribe Neerlandés representa una amenaza principalmente para la zona baja de Bonaire.
El KNMI señala este riesgo en sus nuevos escenarios climáticos. Por primera vez incluye también un capítulo sobre Bonaire, Saba y San Eustaquio. El aumento del nivel del mar en las dos últimas islas es ligeramente menor que en Bonaire, pero según el instituto corren un riesgo cada vez mayor de sufrir huracanes de la categoría más fuerte.
Sube 3,7 milímetros por año
Según el KNMI, el nivel del mar cerca de Bonaire está aumentando actualmente a una media de 3,7 milímetros por año. Dependiendo de las emisiones globales de CO2, ese aumento podría acelerarse. Esto tiene varias causas: las temperaturas más altas hacen que los casquetes polares se derritan más rápido y, al mismo tiempo, el agua se expande a medida que se calienta.
En un escenario favorable, alrededor de 2050 el nivel del mar en Bonaire será unos 14 centímetros más alto de lo que es ahora. Si la situación es muy decepcionante y las emisiones de CO2 siguen aumentando considerablemente, el aumento podría ascender a 37 centímetros a mediados de siglo, calcula el KNMI. Hacia 2100, el aumento cerca de Bonaire en el escenario de bajas emisiones se limitará a entre 31 y 78 centímetros. En el escenario con mayores emisiones, esta aumenta hasta 55-127 centímetros.
Al igual que en los Países Bajos, “procesos inciertos”, como la inestabilidad de la capa de hielo de la Antártida, podrían empeorar drásticamente la situación de las islas. Si estos factores son muy malos, el aumento del nivel del mar en Bonaire podría ascender a 3,40 metros, según el informe. Es la primera vez que el KNMI incluye la situación de los tres municipios holandeses especiales en los escenarios climáticos.
Kralendijk está en riesgo
El KNMI no analiza las consecuencias del cambio climático para la población en este informe. Investigadores de la Vrije Universiteit (VU) de Ámsterdam investigaron esto el año pasado. Por parte de Greenpeace, calcularon que si todo va mal, aproximadamente una cuarta parte de Bonaire podría quedar inundada hacia el año 2150. La capital, Kralendijk, está ciertamente en riesgo, al igual que el aeropuerto y las carreteras principales. Los arrecifes de coral de la zona también son vulnerables al calentamiento. Si se pierden, también aumentará el riesgo de inundaciones, pero el turismo de buceo también podría colapsar, advirtieron los investigadores.