El alemán en los nerazzurri recuperó a un inglés tras el 0-2 de la ida: “En 1990 la hazaña con el Aston Villa: hasta Inzaghi puede intentarlo ahora. Me gusta Inzaghi, Barella me recuerda a Matthäus”
Ni 30 años y 10 mil kilómetros de distancia pueden apagar ciertos recuerdos: “Qué noche, todavía tengo escalofríos…”, dice Jurgen Klinsmann por teléfono desde Los Ángeles, mientras la última gran remontada del Inter viene a la mente con un Inglés. En los dieciseisavos de final de la UEFA 1990-91 no se jugó en el infierno de Anfield sino en el San Siro, y frente a él no estaba ese Liverpool que venía del futuro.