El republicano Kevin McCarthy fue destituido el martes por la noche como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos tras un levantamiento entre los miembros del partido ultraconservador. Por tanto, el caos en la política estadounidense es total. ¿Cuáles son las consecuencias de la marcha de McCarthy?
“Sobreviviré a esto”, dijo con confianza Kevin McCarthy el lunes por la noche, cuando su colega de partido Matt Gaetz anunció que presentaría una moción para despojarlo del mazo. Su confianza en sí mismo resultó ser un exceso de confianza: el martes, ocho republicanos le dieron la espalda, suficiente para obtener una mayoría si los demócratas mantuvieran sus filas cerradas. Resultó que no estaban de humor para sacar del agua a la persona que se estaba ahogando. Y así: fin de la presidencia y una Cámara de Representantes sin rumbo.
McCarthy firmó su sentencia de muerte política la semana pasada al buscar el apoyo de los demócratas para su proyecto de ley de financiación para mantener en funcionamiento al gobierno estadounidense. Los republicanos de extrema derecha, encabezados por Gaetz, presionaron por un cierre para imponer recortes severos.
Es la primera vez en la historia de Estados Unidos que la Cámara de Representantes destituye a un presidente. Esto llega en un momento peligroso, porque la amenaza de un cierre aún no ha desaparecido. Si el Congreso no presenta un nuevo proyecto de ley de financiación antes del 17 de noviembre, el gobierno estadounidense todavía tendrá que cerrar sus puertas.
¿Cómo procederá la Cámara ahora?
El republicano Patrick McHenry, representante de Carolina del Norte y aliado de McCarthy, será el presidente por el momento. McHenry encabezaba una lista de presidentes interinos determinada por McCarthy para cuando el puesto quedara vacante. Su principal tarea es gestionar la elección de un nuevo presidente.
McHenry todavía no tiene mucha prisa con esto. Mandó a la Cámara a un receso al menos hasta finales de esta semana. Mientras tanto, republicanos y demócratas deben consultar con los miembros de sus propios partidos sobre cómo y con quién desean proceder. Esto puede resultar una tarea difícil. El propio McCarthy necesitó no menos de quince rondas de votación para reclamar la presidencia en enero de este año, después de que el flanco derecho de su partido se opusiera ferozmente a él.
¿Quién tiene posibilidades de suceder a McCarthy?
El propio McCarthy ya ha dicho que no volverá a presentarse a la presidencia. Aunque el presidente no tiene que ser oficialmente miembro de la Cámara (algunos republicanos ya han mencionado el nombre del expresidente Trump), lo más probable es que el sucesor de McCarthy lo sea.
Circulan diferentes nombres, uno más conservador que el otro. El más lógico parece ser el republicano número dos de la Cámara, Steve Scalise. Scalise, originario de Luisiana, ocupa la dirección del partido en la Cámara desde hace casi diez años y es conocido como más derechista y más inflexible que McCarthy. Otro posible candidato es el representante de Ohio Jim Jordan, miembro del Freedom Caucus, una alianza de republicanos ultraconservadores. Varios republicanos ya han expresado públicamente su apoyo a uno de ellos.
¿Está Estados Unidos avanzando ahora nuevamente hacia un cierre?
Un nuevo presidente republicano tiene la difícil tarea de lograr que un nuevo proyecto de ley de financiación sea aprobado en la Cámara con una mayoría estrecha y en poco tiempo. Con la salida de McCarthy, las divisiones políticas dentro de los republicanos no han desaparecido. El flanco ultraconservador ha demostrado hasta dónde está dispuesto a llegar si no se pone fin a lo que dicen que es un gasto público fuera de control.
Si los republicanos llegan a un acuerdo, todavía queda el Senado liderado por los demócratas y el presidente demócrata Biden. Estuvieron de acuerdo con la propuesta de McCarthy de financiación temporal, pero no incluía grandes recortes. Un nuevo paquete en el que esto sea así tiene pocas posibilidades para ellos.
¿Qué significa la situación actual para la ayuda a Ucrania?
Aunque los demócratas están abiertamente a favor de la ayuda financiera a Ucrania, eso faltaba en el proyecto de ley de financiación temporal de McCarthy que aceptaron. Después de firmar la ley, el presidente Biden declaró que esperaba que McCarthy cumpliera su palabra de presentar la ayuda a Ucrania a la Cámara en una votación separada. Al hacerlo, alimentó los informes sobre un acuerdo secreto que McCarthy supuestamente hizo con los demócratas para asegurar su apoyo a su ley.
Con la posibilidad de que un republicano aún más conservador que McCarthy tome el mando de la Cámara, el apoyo estadounidense a Ucrania está en peligro. Aunque hay una mayoría a favor tanto en la Cámara como en el Senado, los opositores conservadores seguirán oponiéndose con uñas y dientes.