Keijo Hietikko es uno de los ocho finalistas del Tango Market.
Un nativo de Jalasjärvi Keijo Hietikko, de 29 años, ocupó su último asiento en el Tango Market. La final tendrá lugar en Seinäjoki en julio.
Hietikko había sido seleccionado como semifinalista Es hora de ir. Hietikko le comenta a Iltalehti después de las semifinales.
– La mayor emoción ahora se ha liberado y este lugar final se está sintiendo aquí. Mañana definitivamente veremos si podemos volver a la realidad, Hietikko está feliz con su lugar final.
Hietikko participa en el Tango Market por cuarta vez este año. Durante los últimos dos años, ninguna competencia ha sido posible debido a la pandemia de coronavirus.
El nuevo finalista revela que los grandes escenarios le son bastante familiares. También ha participado en otros concursos de canto, por lo que actuar para el público es algo natural y agradable. En Civil, Hietikko trabaja como mecánico de automóviles y carnicero. Esta última profesión hizo reír al público de las semifinales.
Jussi Escuela
– ¡Siempre es igual de emocionante actuar para el público en general! Sandy se ríe.
Hietikko planea prepararse para la próxima final cantando las canciones que determinará la final. El clasificatorio final tendrá lugar en Seinäjoki el jueves 7 de julio.
– Creo que sintonizaré el equipo de megafonía de casa y trataré de practicar con la guitarra y el piano. Si la habilidad no es suficiente, entonces los jugadores se involucrarán para poder entrenar, dice.
Hietikko habla sobre sus versátiles habilidades musicales. Además de la música de tango, también logra raptar. El finalista está considerando la posibilidad de escuchar música rap en Seinäjoki durante la última semana. Hietikko no puede nombrar un deseo para la final.
Jussi Escuela
– No tengo una pieza de deseo real. Cantemos lo prescrito, dice Hietikko.
El finalista dice que ha puesto a prueba sus fuerzas durante tanto tiempo que esta noche se perderá la celebración del puesto final. Los dos hijos y la esposa de Hietiko habían venido a animar al padre a ganar.
– Llevemos a los niños y a su esposa en el auto y regresemos a casa a dormir y recuperar fuerzas, dice Hietikko con una sonrisa.