Kees y Pia compiten por un sitio para caravanas, pero ahora los desalojan de una casa de alquiler

Kees y Pia viven desde hace más de 25 años en una casa de alquiler en la calle Geulstraat de Alkmaar. Con gran desgana, porque preferirían volver a sus vidas en el parque de casas rodantes hoy que mañana. Con la esperanza de tener otra oportunidad de conseguir un puesto, se registraron en el municipio para un puesto en Vroonermeer en 1998.

Desde hace más de 35 años, los viajeros de Alkmaar, obligados a vivir en casas, piden nuevas parcelas. El municipio lo evitó durante años mediante una activa política de extinción. Desde 2014, la cultura caravanera figura en la lista del patrimonio cultural inmaterial. Por lo tanto, los residentes nómadas tienen derecho a vivir de acuerdo con esas tradiciones.

‘Por lo tanto, los municipios deben garantizar que los residentes de las caravanas puedan vivir de acuerdo con su identidad cultural. Esto significa, entre otras cosas, que los municipios sepan la necesidad de campos de juego y se aseguren de que haya suficientes campos de juego”, afirmó. Defensor del Pueblo Nacional en un informe.

Al final de la lista

Alkmaar cuenta desde hace un año con una nueva política para los residentes en caravanas. Dentro de tres años, el municipio promete 31 nuevos sitios en los campamentos existentes. Pero no a todos les llega el turno: la lista de espera anterior de la empresa de alquiler de stands Woonwaard ha sido declarada inválida.

Según el concejal responsable Jasper Nieuwenhuizen, esta lista “nunca habría tenido estatus”, dijo entonces a NH. “Era sólo un inventario”.

Solo viajeros nacidos en Alkmaar o personas con vínculos familiares directos en los campos existentes todavía tienen la posibilidad de ganar las 31 nuevas plazas. Un duro golpe para Kees, Pia y decenas de otros viajeros, que como resultado quedan excluidos.



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