Juve, nada que hacer: Roma Primavera gana 2-0 y vuela a la final

Los bebés giallorossi adelantan a los bianconeri con goles de Tripi y Vicario y están a la espera de conocer el rival (entre Inter y Cagliari) del último acto del campeonato

Durante todo un año, Roma Primavera nunca abandonó el primer puesto. Y también lo hizo valer en el primer partido de dentro o de fuera: en el Sassuolo, con el 2-0 a la Juventus, los giallorossi son primeros finalistas y el martes (disputado en el Estadio Mapei de Reggio Emilia a las 20.30 horas) esperan el ganador del Inter-Cagliari, previsto para mañana a las 17 siempre en Ricci. Sin embargo, como sucedió en la Liga Juvenil, la carrera de la Juventus acaba en semifinales, que había superado la primera ronda de los playoffs al vencer al Atalanta con un gol en los minutos finales de Cerri.

VENTAJA TRIPI

La Roma, bajo la mirada de Tiago Pinto en su regreso del triunfo en la Conference League, alineó como siempre con el 3-4-1-2, con Volpato por detrás de Satriano y Cherubini; el ex Lazio Bonatti, en cambio, se apoyó en Hasa y Chibozo, un 4-4-2 disfrazado de 4-2-4 al que le pusieron la tracción delantera en las bandas Mulazzi e Iling. La Juventus empezó fuerte pero sin abrirse paso: tras una ocasión cada una de Cherubini y Hasa, hacía falta un episodio para desbloquear el partido, y llegó en el primero de los dos minutos del descuento. El capitán Tripi se burló de Senko, culpable en el lanzamiento de falta del número 5 de haber dado un paso hacia el centro de la portería. Tripi, en cambio, apuntó al poste del portero y encontró la ventaja.

DOBLE VICARIO

A los cinco minutos de la reanudación, el partido pudo haber tomado otro cariz: el larguero, en cambio, rechazó un tiro seguro de Nzouango, con el balón rebotando unos centímetros por este lado de la línea de meta. Luego los primeros cambios: Tahirovic por Cherubini en la Roma, Sekularac y Turco por Muharemovic y Bonetti en la Juve. También ha llegado el cansancio: dominar la defensa de Roma. un super Ndiaye, aunque fue otro zaguero, el español Vicario, el que puso el sello en la semifinal. Gran parte del mérito sigue siendo de Tripi, que sirvió a Padula un balón pateado hacia la portería de Senko: el rechace del portero húngaro fue una asistencia para Vicario, que empujó el balón del 2-0 al arco. Bonatti probó las dos jugadas de la desesperación, con Rouhi y Strijdonck por Turicchia y un cansado Chibozo (antes también había entrado Cerri), pero tras una ocasión de Strijdonck, la Roma también tocó al trío con una falta de Tahirovic.



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