Juve año cero: de Rabiot a Vlahovic, el nuevo proyecto parte de las despedidas

Las cuentas obligan a sacrificios y recortes, no solo entre los que tienen fecha de vencimiento: adiós Di María, Chiesa e Iling corren riesgo

La Juventus pasa página. Y no solo con la justicia deportiva. Las previsiones de pérdidas de los estados financieros que cerrarán el 30 de junio obligan a la dirección de la Juventus a iniciar un proceso de reconstrucción técnico-deportiva basado sobre todo en la contención de costes. Se habla de unos probables -120 millones de euros, cayendo el patrimonio neto a unos 50. Y sin Champions en la 2023-24, incluso las cuentas de futuro empezarán con un fuerte hándicap. Los caminos hacia la sostenibilidad, netos de los discursos sobre la FPF, siguen siendo esencialmente dos: o los accionistas inyectan más capital (hipótesis rechazada hace unos meses por el número uno de Exor, John Elkann) o la Juve debe recortar. Traducido: urge bajar la masa salarial. Y tal vez renunciar a algunas piezas valiosas.

Adiós

Ángel Di María y Adrien Rabiot ya son salientes, ambos caduco. Y ambos con un sueldo importante. En marzo se había iniciado un diálogo con Fideo para seguir juntos un año más, pero luego todo se vino abajo. La Juve, también a la luz de las últimas actuaciones del argentino (0 goles y 0 asistencias en sus últimos 15 partidos) aún no está dispuesta a garantizarle 6 millones netos al año. En cambio, es imposible quedarse con Rabiot, que al menos liberará a la Dama de sus 7 millones de sueldo neto. En Continassa no se quedará ni siquiera Leandro Paredes, que volverá a París tras un año decepcionante en blanco y negro. Ante la falta de redención, la Juve deberá pagar al PSG 2,5 millones, pero al menos ya no tendrá que pagar los 7 millones anuales del argentino. En resumen, ya a partir de estas tres salidas determinadas se garantiza una parte del ahorro. Pero difícilmente será suficiente para saldar cuentas.

Por eso, pensar en fichajes será una de las prioridades de los próximos meses del mercado de fichajes de la Juve. Está claro que son sobre todo los grandes nombres los que llaman la atención de los clubes más acaudalados. Pero mientras para perfiles como Bremer o Locatelli, los bianconeri parecen orientados a querer resistir, la discusión es más compleja para Dusan Vlahovic y Federico Chiesa. El serbio vuelve de un año decepcionante, pero tiene puestos los ojos de los grandes de media Europa (Bayern, Man United, Chelsea, Newcastle y PSG). La Juve hizo una importante inversión por él hace apenas un año y medio, pero sin la Champions Dusan podría verse tentado a cambiar de aires. También porque el sentimiento con Allegri está en su punto más bajo. Y ante una oferta justa, la Juve podría dar el visto bueno a DV9 y luego apostar por Milik (el rescate aún está en la balanza) o Scamacca, que podría salir cedido del West Ham. Chiesa, por otro lado, tiene un contrato que vence en 2025 y, con las restricciones impuestas por el presupuesto de la Juventus, la renovación es problemática. La 2022-23 del ex Viola estuvo condicionada por el inicio lento por la lesión sufrida en la temporada anterior y hubo momentos de tensión con el cuerpo técnico. En los últimos meses, el Bayern había probado el terreno con su agente a través de Salihamidzic, pero ahora que el director deportivo ha sido destituido de los bávaros, está por ver si Chiesa seguirá en los planes. La necesidad de realizar plusvalías para saldar cuentas podría llevar entonces a la Juve a evaluar ofertas por perfiles jóvenes como Soulé e Iling Jr (muy apreciados en la Premier League). Si bien es obvio que se escucharán propuestas para que los elementos paguen los préstamos (Kulusevski, McKennie, Arthur, Zakaria…), así como para Rugani que tiene un sueldo alto aún sin ser asiduo. Golpes entrantes y sostenibles. Posiblemente italianos como Frattesi (Sassuolo) o en la plataforma de lanzamiento como Carlos Augusto (Monza), Laurienté (Sassuolo) y Sulemana (Southampton).



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