Se trata del puesto de un «maestro especial» que debe evaluar el contenido del material confidencial y posiblemente de alto secreto que el FBI incautó el mes pasado de la propiedad de Trump en Florida.
Más temprano ese día, Trump se había opuesto a los dos candidatos propuestos por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. El ministerio ahora dice que está detrás de los dos candidatos autopropuestos, los jueces jubilados Barbara Jones y Thomas Griffith, y Raymond Dearie, presentados por Trump.
La jueza conservadora Aileen Cannon, nominada por el propio Trump poco antes de su renuncia, había concedido previamente la solicitud de arbitraje independiente de Trump. A principios de agosto, el FBI encontró más de 11.000 documentos gubernamentales, así como varias carpetas vacías etiquetadas como «clasificadas». Dónde ha ido el contenido sigue siendo un misterio.
Los asesores legales del expresidente también se oponen al pedido del Departamento de Justicia de retomar el estudio de los documentos encontrados con efecto inmediato.