Los jugadores alemanes de baloncesto 3×3 fueron subestimados y lo demostraron a todos. Tras su victoria olímpica, se emocionaron.
Melanie Muschong informa desde París
Las jugadoras alemanas de baloncesto 3×3 formadas por Svenja Brunckhorst, Sonja Greinacher, Elisa Mevius y Marie Reichert mantuvieron la emoción hasta el último segundo. Al final consiguieron imponerse en el estreno olímpico 17:16, se llevaron el oro y quedaron abrazados. Greinacher dijo después, muy contento, en la zona mixta: “Al principio nos callamos porque no lo podíamos creer. Luego nos dijimos lo orgullosos que estábamos el uno del otro”. Los ganadores sonrieron, saltaron y bailaron ante los representantes de la prensa.
Además del presidente del COI, Thomas Bach, el ex jugador de baloncesto estadounidense Carmelo Anthony y el ícono del baloncesto Dirk Nowitzki también presenciaron el histórico evento en la Place de la Concorde.
Brunckhorst admitió que sus “ojos brillaron” cuando los jugadores de baloncesto descubrieron que Nowitzki vendría al partido. Además de las estrellas, Greinacher también destacó el valor de la medalla para este deporte: “Alemania tiene una medalla de oro en baloncesto 3×3 y es increíble. Ese también era el gran objetivo de este torneo, hacer que el 3×3 fuera más popular”. Hemos demostrado aquí lo que es eso de “Es un gran deporte”.
Cuando t-online le preguntó qué tiene el 3×3 sobre otros deportes, Greinacher respondió: “Es increíblemente emotivo porque es un juego corto, esta velocidad. Hay un factor de entretenimiento absoluto”.
Luego explicó que la victoria contra Canadá (19:15) fue el momento clave del torneo: “Cuando salimos y les ganamos tan claramente, lo tuve claro: el torneo podría ser algo muy especial. Y si Si logramos alcanzar este nivel de rendimiento, podemos tener mucho éxito”. Y así fue como sucedió.
Lo decisivo para Greinacher también fue el equipo, que se mantuvo mentalmente “duro”. Destacó que la fuerza mental es importante en el deporte en general, pero “más aún” en el 3×3. “Es un partido muy corto con muchas fases en las que las cosas sube y baja”, afirmó el jugador de 32 años. Además, la combinación de experiencia y aire fresco del equipo jugó un papel importante para Greinacher.
Su colega Svenja Brunckhorst cumplirá en octubre 33 años. Hay una diferencia de edad de 13 y 10 años entre Mevius y Reichert. Greinacher explicó: “Fue la última vez que jugamos juntos en esta combinación. Fue el final de la carrera de Svenja. El final de mi carrera está muy, muy cerca. El futuro es brillante, como puedes ver”. Brunckhorst dijo entonces, visiblemente conmovida por su último partido, que era “un buen momento” para detenerse. Es decir, con oro en París.