Se espera que Red Bull pague una compensación al grupo del propietario Henk de Vries. El monto del daño será determinado posteriormente por el juez. El Bulldog habló anteriormente de 49 millones de euros.
El caso entre el productor austriaco de bebidas energéticas Red Bull y la cadena de cafeterías se prolonga desde hace años. En julio de 1983, ambas empresas registraron sus marcas para una bebida energética con unos días de diferencia. Inicialmente no causó ningún problema, pero dos décadas después el mercado de este tipo de bebidas creció rápidamente. Y en 2003, Henk de Vries encontró una carta en el tapete en la que decía que “su competidor austriaco anunció el infierno y la condenación”.
Sobre el Autor
Elsbeth Stoker trabaja como reportera regional de Volkskrant desarrollos en Amsterdam y sus alrededores. Anteriormente escribió mucho sobre policía, justicia y crimen. Creó, entre otras cosas, el premiado podcast Grijs Gebied sobre un controvertido método encubierto.
Red Bull exigió que De Vries dejara de consumir su bebida energética. Además, ya no se le permitiría utilizar el nombre The Bulldog para su cadena de cafeterías. Este último requisito se debilitó posteriormente y se limitó al uso del nombre “bebidas energéticas The Bulldog”.
miedo al sudor
Después de años de procedimientos, el tribunal de Ámsterdam dictaminó inicialmente en 2010 que los austriacos tenían razón. Pero cinco años después, la Corte Suprema anuló este fallo. Sólo que durante ese período, Red Bull prohibió a De Vries explotar su bebida energética. Si The Bulldog no dejaba de vender la bebida energética, se produciría una reclamación multimillonaria.
Según Lars Bakers, abogado de De Vries, Red Bull no debería haber amenazado con esto en 2010. El caso todavía estaba ante el Tribunal Supremo y, por tanto, la sentencia aún no era firme. “Pero su estrategia ha tenido consecuencias irreversibles para The Bulldog”. Y en los años posteriores al fallo de la Corte Suprema, Red Bull continuó presionando a De Vries para que no volviera a poner su bebida en el mercado.
Durante una audiencia celebrada en noviembre, De Vries dijo que el sudor del miedo había estado “colgándole de la espalda durante años”. Según él, Red Bull le ha privado de la oportunidad de ganar cuota de mercado internacional. Se decía que su bebida, las bebidas energéticas The Bulldog, había sido “matada” por Red Bull.
En la misma sesión, la empresa austriaca, que vendió más de 11.000 millones de dosis el año pasado, anunció que lo ve de otra manera. Según los abogados de Red Bull, no existía ningún vínculo causal entre la desaparición de la bebida energética De Vries y las amenazas legales de Red Bull. Por lo tanto, el juez de Amsterdam no está de acuerdo con esto. En los próximos meses ambas partes deberán pronunciarse sobre los daños sufridos por The Bulldog, y se espera una decisión final después del verano.