El miércoles por la tarde se disputó la final de los 3.000 metros con obstáculos. Sin embargo, el deporte pasó a un segundo plano.
Se produjo una grave caída en la final olímpica de los 3.000 metros con obstáculos. El etíope Lamecha Girma, uno de los favoritos, cayó en el penúltimo obstáculo a unos 200 metros de la meta y luego permaneció inmóvil en el suelo. El joven de 23 años se pilló la pierna trasera a toda velocidad y cayó a la pista.
Los ayudantes inmediatamente corrieron y cuidaron al poseedor del récord mundial. Después de unos minutos de tratamiento, Girma fue sacado del Stade de France entre aplausos de los espectadores. Se veía una gorguera en el cuello.
Por la noche, el presentador de ARD Norbert König afirmó en el estadio que Girma parecía inconsciente tras la caída. El jueves por la noche no había información sobre el estado de salud del corredor de obstáculos. Según información del periódico deportivo francés “L’Equipe”, que cita al equipo etíope, Girma estaba consciente y podía hablar.
Mientras Girma estaba en el suelo, sus competidores luchaban por las medallas. Soufiane El Bakkali de Marruecos ganó el oro con un tiempo de 8:06,05 minutos. El estadounidense Kenneth Rooks sorprendió con una gran actuación y acabó segundo, a sólo 36 centésimas de El Bakkali.